Autora: Pilar
Estévez Casellas, Terapeuta de APSA.
La piel de los
bebes y los niños requiere que la cuidemos de un modo especial para que se
mantenga sana y así ejerza sus múltiples funciones de un modo adecuado. Sin
duda, es el órgano más grande del cuerpo (mucho más que el hígado, pulmones y
corazón juntos) y este hecho implica también grandes responsabilidades.
Vamos a ofreceros una serie de consejos
específicos para cuidar la piel de vuestros bebés y niños en diferentes
situaciones:
Limpieza
de la piel del bebé: El baño del bebé puede hacerse diariamente, pero en el caso de recién nacidos
muchos dermatólogos coinciden que se debe usar solo agua tibia para el aseo de
la piel y el cuero cabelludo. Poco a poco se incorporarían jabones específicos
para bebés y niños que poseen un pH neutro y son más suaves, ya que tienen una
cantidad mínima de colorantes y perfumes, además crean menos espuma al aplicarse, pero son muy
efectivos para la limpieza. Muchos especialistas opinan que hay que evitar los
baños de espuma porque eliminan los aceites naturales que posee la piel.
No olvidar utilizar una crema hidratante
siempre después del baño, ya que ayuda a mejorar la función barrera de la piel
y la hidratación cutánea.
Es importante habituarles a que se laven
las manos siempre antes de comer para evitar infecciones, y procurar mantener
sus uñas siempre cortas para evitar que se arañen al rascarse.
Hay que tener
cuidado con los perfumes y colonias, pueden provocar alergias e irritaciones.
En caso de aplicarse siempre debe ser sobre la ropa, y nunca directamente sobre
la piel o el pelo. El uso de talcos en la piel tampoco está indicado.
Además, no
debemos olvidarnos de cuidar el área del pañal, esa zona de la piel es muy
propensa a irritaciones e infecciones por hongos que viven en el calor, humedad
y oscuridad. Por todo esto, es fundamental
cambiar el pañal al bebe tantas veces sea necesario y no dejarlo sucio
durante tiempos prolongados. Limpiar con toallas húmedas el área o con agua
templada y jabón suave y aplicar una cremita con oxido de zinc que lo protegerá
del roce y sus propias secreciones.
Cuidado
con el sol y aire libre: La piel de los bebés es muy sensible, por lo que la
radiación ultravioleta la puede perjudicar con facilidad. Por este motivo, es
muy importante asegurar la máxima protección para la piel de los bebes, ya que
se pueden quemar con facilidad.
Los especialistas coinciden en que en los
primeros seis meses hay que evitar exponer a los bebés de manera directa al
sol. Por eso, la actividad del niño en esos meses estaría limitada a la cuna,
el cochecito y su hogar, en estas condiciones la radiación solar no resultaría
significativa.
En los bebés más mayores y los niños hay
que evitar siempre la exposición al sol entre las 11,00 y las 16,00 horas. Por
esto, lo mejor es que permanezcan a la sombra o proteger su piel con ropa
ligera de algodón y gorras. También es esencial ponerles cremas con factor de
protección a partir de 30, siempre al menos media hora antes de que la
exposición solar, y renovar la aplicación cada dos o tres horas, así como al
finalizar cada baño.
Por otro lado, para evitar las picaduras de
insectos, en muchas ocasiones usamos repelentes de insectos, pero estos productos
contienen principios activos que se pueden filtrar a través de la piel, por lo que en el caso de
los bebés es preferible emplear repelentes en forma de parches que pueden
ponerse sobre su ropa, la cuna o el carro, o los que están diseñados como pulseras
o llaveros y se ponen en el carro o cuna.
En el próximo artículo os comentaremos
consejos acerca de la ropa y alimentación, así como ante la aparición de eccemas.
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