Autora: Pilar Estévez Casellas, Terapeuta de
APSA.
Debemos tener en cuenta, que cada
caso de divorcio es único y requerirá el uso de unas u otras estrategias para
ayudar a minimizar sus efectos en los niños que tenga la pareja.
De todos modos,
podemos aportaros una serie de claves generales para fomentar el bienestar de
los niños en el caso de que se produzca una separación entre la pareja.
1- En primer lugar,
no te culpabilices: cuando la situación familiar es conflictiva, la separación
es la mejor solución para el bienestar de todos los miembros del núcleo
familiar.
2- Es importante
afrontar el suceso y contar a los niños lo que esta pasando y va a ocurrir.
Debes tener en cuenta su edad y adaptar tu discurso para que puedan entender
bien la situación, es fundamental responder a todas sus preguntas y no buscar
que comprendan tus sentimientos y los apoyen.
3- De cara a la separación, es
importante que el niño sepa que hay muchos aspectos que siguen uniendo a sus
padres y los unirán siempre. Deben tener claro, que pese a no vivir juntos, sus
padres estarán unidos en sus necesidades y proyectos y que incondicionalmente
estarán a su disposición.
4- No olvides tu
papel de padre o madre y de lo que esto implica, te sea concedida o no la
custodia. Los niños necesitan siempre el apoyo y cariño de los dos padres.
5- La
separación en los hijos, sobre todo, en los más pequeños, produce una pérdida
de los referentes principales que los mantienen seguros frente al mundo
exterior. Por eso ,en la medida de lo posible, se aconseja que durante la
transición de hogar, es decir, cuando el niño va de casa de un progenitor a la
del otro, que ambos padres dediquen un espacio común, aunque sea corto, para
reunirse. Esto puede hacerse mediante una breve merienda o encuentro en algún
parque, se puede intercambiar información del niño y transmitirle un interés común
por él y su futuro.
6- No es adecuado
que alguno de sus padres, normalmente ocurre con el que tiene mayor poder adquisitivo, llene de
regalos o juguetes al niño para ganar su afecto. El afecto de los hijos se
obtiene dedicándoles tiempo, comprensión y cariño incondicional, nunca con
regalos exclusivamente.
7- Tener
en cuenta que, aunque ambas figuras paternas son importantes, la madre, es la
principal figura de vinculación, especialmente hasta los 5 o 6 años. Por tanto,
se debe evitar siempre, una separación maternal traumática (aunque solo sea temporal). La separación maternal, solo se
debe considerar en casos extremos de evidente incompetencia o enfermedad física
o mental importante.
8- Piensa en que tú
eres su modelo, deja a tu hijo al margen cuando tengas alguna discusión o
enfrentamiento con el otro progenitor. Se consciente de que no debes criticar,
cuestionar, menospreciar… al otro progenitor delante de tu hijo, ya que para él
es importante en su vida y estas actitudes le ocasionan dolor. Debes ser un
ejemplo de respeto y aceptación hacia el otro progenitor, o, como poco, al
menos respeta su derecho de relacionarse libremente con el otro progenitor.
9- Por otro lado, hay
que evitar, usar
al niño como mensajero o espía de lo que sucede en casa del otro progenitor. Los
padres, han de tener la madurez de poder hablar entre ellos y preguntar sin
problemas las cuestiones que necesiten saber respecto al hogar que tiene el
niño con el otro progenitor.
10- No olvides escuchar
a tu hijo. Es importante que se sienta a gusto para poder desahogarse, expresar
sus preferencias, hablar del otro progenitor,…lo que necesite según el momento,
siempre evitando juzgar sus sentimientos.
11-Es importante
tener claro, que estar separado, no te hace ser ni peor ni mejor padre, sí el
mantener una actitud madura y serena ante el proceso y ayudar a tus hijos en su
asimilación de la nueva situación. Fomenta en ellos que posean valores como la
autonomía, responsabilidad y respeto.
12- Un
problema que suele surgir en una separación, es el papel de las nuevas parejas
de los respectivos padres. Estas figuras, establecen también vínculos afectivos con los hijos de sus
parejas, pero son una fuente de problemas si cuestionan algunos de los
principios educativos establecidos por los progenitores. En todo caso, no
debemos imponer la aceptación de la nueva pareja a los hijos y obligar a que le consideren un nuevo padre o madre.
Sin duda, la vinculación afectiva que establezcan los niños hacia ellos, dependerá
de los recursos que les dediquen y su manera de percibirlos.
Os adelantamos que
en el próximo artículo discutiremos la importancia del sueño en los niños.