Autora: Pilar Estévez Casellas, Terapeuta de APSA
Si nos atenemos a los datos estadísticos acerca
del divorcio, este no para de crecer en los últimos años y podemos considerar
que son muchísimos los niños que se enfrentan a la idea de la separación de sus
padres.
Según recientes estadísticas, se puede
decir que aproximadamente una de cada dos bodas termina en divorcio.
Como decimos, los hijos son las mayores víctimas
de la separación y es que su entorno, hogar, todo lo que han conocido se viene abajo
de pronto, a veces sin que nadie se lo
explique ni les pregunte acerca de ello.
Su reacción ante ello (tristeza, enfado,
ansiedad…) no es algo que se pueda generalizar, cada niño lo interioriza y
supera a su manera.
Sin duda el grado de sufrimiento en cada
niño es diferente, así como las características y duración del efecto que
produzca en él esta separación. Sin duda, va a depender en gran parte de su
edad, sexo y personalidad del pequeño, así como de cómo vivencie el suceso.
También, es importante el contexto familiar
(intensidad y duración del conflicto entre los progenitores), y social (cambios
que la separación provoca en su vida, mudanzas, cambio de escuela, situación
económica…).
Lo que sí esta demostrado, es que el período
más crítico del divorcio para los hijos, es siempre el año posterior a que se
produzca la separación, es el momento en el que sus vidas se reorganizan. Una
vez que ha pasado el primer año después del divorcio, poco a poco va
disminuyendo la ansiedad que provoca este suceso en el niño.
Podemos decir que de modo general, los problemas
más frecuentes que ocasiona un divorcio a los niños, son de tipo emocional. Debemos
entender que su entorno que consideraban seguro, ha cambiado y esto les provoca
sentimientos de pena, miedo,
enfado, culpa y soledad en mayor o menor intensidad.
Es común que estos sentimientos provoquen regresiones
en sus conductas, por ejemplo que coman peor, no rindan en el colegio,
problemas para conciliar el sueño…
En el próximo artículo nos centraremos en
comentar como afecta el divorcio a los niños según sus edades.