Autoras: Ana
Miranzo, Logopeda de APSA y Pilar Estévez, terapeuta de APSA.
En
primer lugar, es necesario preguntarse, para qué come un niño. La respuesta es obvia,
lo realiza para asegurarse el aporte energético suficiente para crecer sano y
afrontar las actividades del día.
Pero
durante la alimentación diaria, un niño siempre recibe más que eso, por
ejemplo:
-Es
un Momento clave en la interacción entre padres e hijos.
-Se
producen experiencias motoras, cognitivas, emocionales…
-Proporciona
una sensación de autonomía, de autoestima.
-Es
una oportunidad de comunicación
-Es
una fuente de placer
En
cuanto a la alimentación, nuestros objetivos como padres son varios:
-Que
coma una cierta cantidad y variedad de alimentos.
-Que
tenga autonomía en la alimentación y una serie de normas sociales.
-Que
presente una actitud positiva en todo lo relativo a la alimentación.
Debemos
tener claro que la alimentación es una necesidad fisiológica pero a comer de un
modo adecuado se aprende.
Partimos
de una necesidad física, pero a través de un proceso de aprendizaje, vamos creando
en el niño unas rutinas que desembocarán en unos hábitos de alimentación, que
debemos procurar que sean lo más idóneos posibles.
Por
supuesto, esto se ve afectado de un modo muy significativo por una serie de
características:
-La
propia maduración del niño
-Sus
características individuales e inimitables.
-Los
estímulos externos
-Modelos
y estrategias familiares
Es
importante que tengamos claros los hitos fundamentales en la evolución de la
alimentación infantil. A continuación, pasamos a comentároslos paso a paso:
-Desde
el nacimiento hasta los cuatro meses: El niño gira la boca hacia el pezón de la
madre si le roza la mejilla. A las diez semanas un bebe ya reconoce el pecho o
el biberón como una fuente de alimento.
-De
los cuatro a los seis meses: Se produce un aumento en la fuerza de succión. El
bebe es capaz de usar la lengua para empujar la comida de la boca. Además, a
esta edad, se produce una excitación
visible cuando ve la comida.
-De
los seis a los nueve meses: El bebe puede sujetar el biberón, también es capaz
de beber de una taza que sujeta el adulto y comienza el uso de la cuchara. Por
otro lado, empiezan los movimientos de masticación rotatorios (roer) y los
movimientos de la lengua que permiten una mejor manipulación de la comida. A
nivel socioemocional, el bebe empieza a mostrar sus preferencias y aversiones
hacia la comida.
-De
los nueve a los doce meses: Intenta usar la cuchara y come usando la pinza
digital. Además, se muestra más consciente de lo que hacen las personas de su
alrededor y las imita.
-Del
año al año y medio: El niño coge y suelta la comida con los dedos y es capaz de
coger la cuchara y girarla, pero la usa aún mal para comer. También usa por si
solo el vaso pero al hacerlo toma poco liquido. Se fija en lo que los demás están
comiendo y quiere probarlo, le encanta imitar.
-Del
año y medio a los dos años: Se produce una disminución del apetito y le gusta
experimentar con texturas, por ejemplo, desea comer con las manos. Empiezan a
ser importantes los rituales en torno a la alimentación, tiene gustos y
preferencias y se distrae con facilidad mientras está comiendo.
-De
dos a tres años: Sostiene el vaso con las manos, se lleva la cuchara a la boca
y mejora la masticación, empieza a insistir en hacerlo solo, come despacio y se
distrae a menudo.
-De
tres a cuatro años: Es capaz de sostener y manejar bien, tanto taza como vaso,
también puede servirse líquidos de una jarra que sea pequeña, usa el tenedor y come sin ayuda. El apetito
ha mejorado y le influyen mucho las conductas de otros nenes de su edad.
-De
cuatro a seis años: Come sin ayuda y se produce una alimentación completa.