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lunes, 30 de mayo de 2016

ATENCIÓN TEMPRANA Y PLASTICIDAD CEREBRAL

El término “Atención Temprana” se refiere a un conjunto de actuaciones dirigidas al niño, su familia y comunidad. Es una atención global en los primeros meses o años de su vida, a través de un tratamiento educativo con intervenciones sanitaria y social, debido a alteraciones en su desarrollo o situaciones de riesgo.

Los programas que se aplican, intentan fomentar las interacciones con las personas del medio que rodea al niño y brindar apoyo a la familia para educarlo. Un objetivo prioritario de la A.T es mejorar sus potenciales madurativos y procurar que el medio favorezca su desarrollo. Permitir una integración del niño con toda su familia, lograr que esté motivado para responder a los estímulos externos, ayudarlo para conseguir independencia; son logros que se pretenden alcanzar en la educación de los niños con discapacidad.

Respetando el ambiente natural del niño y su familia, los profesionales son orientadores de los padres para que adopten sus actividades cotidianas de acuerdo con las características de su hijo.

A lo anteriormente dicho, agregamos el gran descubrimiento de la “plasticidad cerebral o neuronal”, uno de los fundamentos de la A.T, es decir, la capacidad que tiene nuestro cerebro de crear neuronas y modificar las existentes, de “cambiar”. Esto se logra a través de nuestra interacción con el mundo. El desarrollo cerebral necesita el contacto con otros cerebros (interacciones sociales).

El cerebro está cambiando constantemente, con todos nuestros pensamientos y experiencias, es capaz de reorganizarse durante toda la vida.

 La plasticidad alcanza su máximo apogeo en los dos primeros años de vida.

Ahora se sabe que todos podemos ejercitar nuestro cerebro para mejorar, en consecuencia, las perspectivas de cambio en educación son inmensas. Por ejemplo, se ha comprobado que el cerebro puede entrenarse como si de un músculo se tratase.

Si los niños crecen en un ambiente enriquecido cultural y socialmente; se fortalece y fomenta el desarrollo de su individualidad


¡Podemos  hacerlo con nuestros hijos! Y recordemos 

¡Nunca es tarde para aprender!

Bibliografía:

El cerebro que se cambia a sí mismo. Norman Doidge, Aguilar, 2008.

Redes: Plasticidad cerebral. Eduardo Punset y Sarah J. Blakemore.

Vaillend, C.;Poirier,R. Y Laroche, S. (2008). Genes, plasticity and mental retardation. Behavioural Brain Research, 192, 88-105.

Flórez, J. (2007). Bases neurobiológicas de AT. En A. Miñán (coord), De la AT a la escuela (pp. 11-21). Granada: Natívola.



Autora: Silvia Pérez Iberra (Maestra de primaria)



martes, 24 de mayo de 2016

ADIÓS AL PAÑAL

ORIENTACIONES A LOS PADRES PARA DESARROLLAR  
EL CONTROL DE ESFÍNTERES

Quitar el pañal a tu hijo es un proceso que debemos afrontar con naturalidad. El  control  de  esfínteres  supone  el  paso  de  un  comportamiento  reflejo automático  a  una  conducta  voluntaria  y  controlada  por  el  niño,  pero  este  cambio suele ser sencillo para la mayoría de los niños que suelen conseguirlo  en solo unos días.  

Es importante señalar que cualquier situación que produzca tensión o ansiedad puede interferir en el control de esfínteres, por lo que es importante llevarlo a cabo en una situación ambiental estable. 

A.  ALGUNOS REQUISITOS Y CONSIDERACIONES PREVIAS: 
  
Que el niño tenga una edad de 2 años o dé señales de continencia (le disguste estar manchado, le molesta el uso del pañal, señala o expresa que tiene  ganas  de  orinar  o  defecar,  permanece  varias  horas  seco,  las deposiciones diarias se reducen a dos como mucho). 
 El niño se sienta solo y puede subirse y bajarse los pantalones. 
El  niño/a  debe  tener  previamente  unos  conocimientos.  Es conveniente que, antes de decidir quitarle el pañal, el niño/a tenga algunas nociones  básicas  del  esquema  corporal  (como  arriba,  abajo,  delante, detrás)  para  poder  seguir  instrucciones,  sea  capaz  de  imitar  y  cumplir órdenes sencillas como subirse y bajarse el pantalón. 
●  El  niño/a  debe  conocer  las  palabras  clave.  Para  ello  utilizar  las palabras  adecuadas: pis,  orina,  caca, heces,  mojado,  sucio,  limpio,  pañal, váter, orinal,… 
●  El  niño/a  debe  entender  lo  que  es  la  “caca”  o  el  “pis”  (en  muchas familias  se  utilizan  palabras  o  expresiones  muy  diferentes)  y  debe  poder decirlas. 
● Debe darse cuenta de las sensaciones que ocurren después de orinar o defecar:  estar  “mojado”,  “sucio”,…  Un  poco  más  adelante,  el  niño  será consciente  de  lo  que  se  siente  antes  de:  las  “ganas”  de  orinar (contracciones de la vejiga) o de defecar (movimientos del intestino). 
Importancia de que el niño/a vea cómo hacen otras personas (niños o adultos). Además de ver a los padres y a los hermanos mayores se puede emplear libros de cuentos que traten sobre ello. 
Establecer una rutina. Llevarle al cuarto de baño cada cierto tiempo. 
Descubrir las señales y responder a ellas. El niño/a puede dar signos concretos no verbales de que quiere hacer pis o caca. Observa si el niño/a tiene  algún  movimiento  especial  antes  de  defecar  (se  pone  rojo,  se encoge,…)  u  orinar  (se  mueve,  cruza  las  piernas,  se  lleva  las  manos  al pubis,…).  Cuando  lo  inicie,  llámele  la  atención  para  que  se  dé  cuenta  de ello:  “(nombre  del  niño/a),  me  parece  que  tienes  ganas  de  hacer  caca 
ahora, ¿verdad?”. 
Proponle un primer intento: “¿Quieres sentarte un rato en el orinal a ver si sale tu caca?” Si el niño/a tiene éxito, celébrelo con una alabanza, una frase sencilla. Si no, dile que no pasa nada y que “otro día” o “la próxima vez” hará caca en el orinal como los niños/as mayores. 
●  Explicarle  la  conexión  entre  los  pantalones  secos  y  el  hecho  de utilizar el orinal. El niño/a debe saber que los pantalones secos significan una sensación agradable y que puede mantenerlos así utilizando el orinal. 
Incitación. Algunos niños/as necesitan que se les anime a ir al cuarto de baño a hacer pis o  caca. 
●  No  hacer  sentir  el  proceso  como  una  obligación.  Podría  sentirse frustrado por creer que están haciendo algo mal. 
Usar recompensas. Durante la fase de aprendizaje, elogia siempre los éxitos y quita importancia a los fracasos. Mostrarle que estamos encantados cuando usa el orinal o el WC debidamente puede ser una recompensa muy poderosa. Para algunos niños/as, los elogios serán lo más efectivo, para otros será el permitirles hacer alguna actividad favorita o darles una pegatina o algo agradable para comer. 
Poner al niño/a ropa fácil de quitar. Las primeras veces apenas podrá esperar a que le desabrochen los vaqueros y se sentirá frustrado si se le “escapa”. Es importante que el propio niño/a pueda ir al váter por su cuenta sin llamar a nadie. Por tanto, es mejor ponerle pantalones con elásticos (tipo chándal). 

B.  Qué podemos hacer los padres y madres para ayudar al niño/a: 

-  Tener muy claros los hábitos que queremos conseguir. 
-  Acompañar siempre a los niños/as en esta actividad y enseñarles cómo deben hacerlo. 
-  Hacerlo siempre en un ambiente relajado, tranquilo y comprensivo, sobre todo cuando ocurra algún “fallo” (entender que estamos empezando). 
-  Evitaremos en todo caso etiquetar a nuestros hijos con palabras como: “eres un meón…”; “tu hermana controló mucho antes…”; “estoy harta de lavar  sábanas  todos  los  días…”  y  evitaremos  utilizar  castigos  para conseguir  este  objetivo.  (Tener  en  cuenta  que  la  angustia  puede provocar más ganas de hacer pis). 
-  Recordar que cada niño/a tiene su propio ritmo. Lo mejor es confiar en el desarrollo del niño/a, estimularlo positivamente y enseñarle, no exigirle. 
-  Podemos  anotar en  papel  las  horas  en  las  que  el  niño/a  orina  o  hace caca durante la semana. 
-  En este caso, empezar el programa de entrenamiento QUITÁNDOLE EL PAÑAL  y  poniéndole  en  el  orinal  media  hora  antes  de  la  que  hemos anotado en periodos no superiores a dos horas. Si no hemos hecho este registro previo, poner a al niño/a cada hora. 
-  NO  VOLVER  A  PONER  EL  PAÑAL  aunque  tengamos  que  estar cambiándole continuamente. 
-  Conseguir  en  el  niño/a  unos  buenos  hábitos  de  higiene  personal, requiere por parte de los padres mantener la rutina, orden y horarios fijos,  que  permitan  al  niño  automatizar  el  hábito  que  queremos conseguir  y  con  ello  una  mayor  autonomía;  es  decir,  los  padres debemos: 

▪  SER PACIENTES Y PERSEVERANTES. 
▪  IR PASO A PASO. 
▪  TENER SENTIDO DEL HUMOR. 

C.  Qué ocurre con un niño/a con dificultades… 

Además  de  todos  los  retos  normales  del  control  de  esfínteres,  los  padres debéis tener en cuenta varias cuestiones: 

1.  Nuestros  niños/as  a  menudo  tienen  problemas  para  aprender  y  utilizar  el lenguaje. Pueden que no sean capaces de decirles a sus padres que necesitan ir al WC con palabras, por lo que éstos tienen que atender a otros signos para saberlo. 
2. Pueden encontrar difícil el adaptarse de una situación a otra. Por ello, podría ocurrir  que  en  casa  vayan  al  baño  muy  a  gusto,  pero  no  querer  ir  en  la guardería o en el colegio o viceversa. 
3. En momentos de concentración o de diversión, no los interrumpen para ir al baño. 
4.  Pueden  tener  dificultades  para  adquirir  parte  del  proceso:  pueden  adquirir hábitos de limpieza, o mantenerse secos, pero no ambas cosas a la vez. 

 D.  NUNCA DEBEMOS: 

 Tener  prisa.  Cada  niño/a  madura  a  su  ritmo.  Presionarle  sólo  conducirá  a frustración y dificultades. 
•  Amenazarle,  reñirle,  gritarle,  castigarle…  cuando  no  logra  controlar  los esfínteres. 
•  Ridiculizarle  en  público,  ante  sus  hermanos…  compararlo  con  otros niños/as más “adelantados”. 
Ponerle dificultades involuntarias en forma de ropa difícil de manejar por el niño/a: olvidarse de vaqueros, pantalones con cremalleras, petos con tirantes, leotardos… 

E.  INICIO DEL CONTROL DIURNO: 

- Anticiparle con un panel sencillo el día que ya no va a utilizar más el pañal. 
- Comprar un adaptador para el váter y un taco en el suelo para que sus pies no queden colgando, así aumentará su sensación de seguridad. 
- Si a pesar de hacer todo lo anterior, el niño/a sigue rechazando el sentarse, se comprará un orinal para empezar. Este permanecerá siempre en el baño y nunca irá trasladándose por las dependencias de la casa. 
- Los días previos aprovecha el momento de cambiar el pañal sucio. Dejarlo caer en el orinal, estableciendo así una relación entre deposición y recipiente. Puede animársele a hacer prácticas. Bajarle los pantalones y colocarlo un corto tiempo en el orinal, incluso con el pañal abierto dentro del orinal. Como si fuese un juego. Nunca forzar a que se siente en él o mantenerlo contra su voluntad. 
-  Aprovechar  el  momento  en  el  que  los  padres  o  su  hermano/a  mayor, primos/as,… estén efectuando el acto de defecar, para que se vea estimulado su deseo natural de imitación. 
- Al principio, premiar cualquier intento con contacto físicos, besos o palabras cariñosas. Luego hacerlo solamente con los éxitos, pero seguir elogiando los buenos resultados obtenidos en los días sucesivos. 
- Llegado el día,  (preferentemente en primavera o verano) debemos quitar al niño el pañal durante todo el día (exceptuando en la siesta y durante la noche), a no ser que el pañal apareciera seco a lo largo de la semana. 
-  Poner al niño/a  en el orinal o WC cada hora  de  5  a 10 minutos  los  quince primeros días. Es importante hablar con él recordándole que va a hacer pis y que él lo diga. 
- Cada vez que haga pis, reforzarle con algo que le guste. 
-  Si  el  niño/a  controla,  pasados  unos  quince  días,  comenzaremos  a  ponerlo cada dos y media. 
- Reforzar de igual forma cada vez que haga pis. 
-  Después  de  otros  quince  días,  si  controla  bien,  pasar  a  ponerlo  cada  tres horas. 
- A partir de este momento se le reforzará cada dos veces que haga pis en el orinal. 
-  A  los  quince  días  de  controlar  y  pedir  cuando  tenga  ganas  de  ir  al  WC, reforzar sólo al final del día. 
- Retirar el refuerzo. Ya no lo necesita. 
-  Poner  horarios  fijos  para  acudir  al  baño:  antes  de  ir  al  cole,  antes  y después de comer, antes de ir a la cama... 
- Si se resistiese el control de la cada, sentarle en el váter justo después de las  comidas,  ya  que  en  ese  momento  la  necesidad  de  evacuar  es  más apremiante y es más probable que tenga éxito.  
-  No  enfadarse,  reñir  ni  castigar  porque  se  produzcan  fallos.  Seguir animándole y elogiando los intentos. Es un proceso que en cada niño/a es diferente y requiere un tiempo individual. 

F. CONTROL NOCTURNO: 

a) Una vez conseguido el control durante el día e incluso si ha salido algún día seco, retiraremos el pañal de la noche ¡Definitivamente! 
b) Recordar que es muy importante que los niños/as se acostumbren a hacer pis siempre antes de acostarse. 
c)  Es  posible  que  los  primeros  días  no  aguante  toda  la  noche  seco.  En  ese caso,  procuraremos  despertarle  a  media  noche,  para  que  haga  pis conscientemente en el WC. Si vemos que está mojado, la siguiente noche lo levantaremos antes. 
d) Para ayudarle a controlar el pis durante más tiempo, es conveniente jugar durante el día a soltar y retener el pis varias veces cada vez que vaya a WC. 

G. ¿QUÉ MÁS PODEMOS HACER…?: 

● DARLE MÁS TIEMPO AL NIÑO, TENER PACIENCIA. 
● Aplicar un Sistema de Puntos. 
● Regalarle un reloj con alarma. 
● En el caso de incontinencia nocturna, implicarle en el proceso de cambio de sábanas, pijama… 
● Hablar con él. Es frecuente el miedo en los niños a levantarse por la noche e ir solos hasta el baño. 

H.  UNA  VEZ  LOGRADO  EL  CONTROL  DEBEMOS  INICIAR  AL NIÑO/A EN EL USO ADECUADO DEL WC. 

-  Subir y bajar la tapa del váter antes y después de su uso. 
-  Cerrar la puerta del cuarto de baño cuando esté utilizando el váter y al salir del mismo. 
-  Orinar o defecar sin mojarse o mancharse. 
-  Cortar  el  papel  higiénico,  limpiarse  bien  y  sin  mancharse  o  mojarse  la mano y tirar al WC el papel usado. 
-  Después de utilizar el WC tirar de la cadena y lavarse las manos. 

I. ALGUNOS LIBROS DE CUENTOS QUE PODEMOS UTILIZAR: 

  Para  incitar  al  niño/a  en  el  control  de  esfínteres,  una  forma  es  leerle   cuentos  que  traten  sobre  ello,  explicándole  lo  que  ocurre  con  los   personajes: 

-  USA  TU  ORINAL!.  Este  libro  consta  de  varios  botones,  que  lanzan mensajes  de  aprobación  para  reforzar  los  avances  del  niño.  Además, incluye un cuadro de premios, una guía orientativa para los padres y un montón de pegatinas. ¡Por fin se acabaron los pañales! (Ed. Macmillan). 

-  ¡MI ORINAL ES GENIAL!. Un set de los más completo para ayudar a tu hijo a despedirse del pañal: contiene una guía práctica para ti, un cuento para él, un diario para anotar sus progresos y un mural con imanes para premiarle por ellos. (Ed. Macmillan). 

-  ADIÓS,  PAÑAL.  Colección.  Las  historias  de  Álex.  Es  muy  cómodo  no tener que pensar dónde hacer pis, pero ya va siendo hora de que Álex deje el pañal. Un cuento con pequeñas dosis de humor, para fomentar la adquisición de este buen hábito en los pequeños. (Ed. Vox). 

-  MARINA YA NO QUIERE LLEVAR PAÑALES. A Marina le horrorizan los pañales  y  decide  prescindir  de  ellos,  pero  de  pronto  se  encuentra empapada...  Una  historia  para  quitar  importancia  a  los  escapes involuntarios  y  animar  a  los  peques  a  seguir  intentándolo.  (Ed. Juventud). 

-  ¡YA NO LLEVO PAÑALES!. Cleta deja de usar pañal y Teo le enseña dónde tiene que hacer pis a partir de ahora. Ideal para fomentar no sólo este  aprendizaje,  sino  también  la  buena  relación  entre  los  hermanos. (Ed. Timun Mas). 

-  CACANIMALES. En este cuento con sonidos y dibujos muy expresivos, todos los animales quieren enseñar al pollito a usar el orinal: el lobo, el elefante, la serpiente... Y no se darán por vencidos hasta que su amigo por fin lo consiga. (Ed. Combel). 

-  UN PIS… ¿Dónde va el conejo con tanta prisa?, ¿y los cerditos?. Una historia de lo más divertida para que los peques entiendan que con el pis no hay que despistarse. (Ed. Combel). 

-  NACHO YA NO USA ORINAL. Nacho acepta la propuesta de su madre de  olvidarse  del  orinal  e  ir  al  váter  como  los  mayores.  Conseguirlo  le ayuda a sentirse contentísimo y muy satisfecho de sí mismo. Un paso más en el aprendizaje del control de esfínteres. (Ed. Edelvives). 

Autora: Susana Pérez 
Directora del CDIAT de Villajoyosa de APSA 

lunes, 16 de mayo de 2016

HIGIENE POSTURAL Y ERGONOMÍA DEL ESCOLAR

Las alteraciones de la columna vertebral, representan actualmente un problema de Salud Pública en general, debido a su alta incidencia, su poder invalidante, el elevado índice de absentismo laboral que genera y los altos costes sociales. La alteraciones más frecuentes son las de raquis con un 24,9% de isquiosurales cortos, 18,7% de hiperlorodosis lumbar, un 9,3% de escoliosis estructuradas y 6,4% de hipercifosis dorsal. Por ello, a través de una correcta educación postural, hay que corregir los malos hábitos desde la infancia, adoptando movimientos y posturas   adecuadas   en   las   actividades   diarias   hasta   que   resulten   naturales   y espontáneas.

En los centros educativos,  deben  incluirse normas  ergonómicas  que tenga en cuenta el diseño del mobiliario para los escolares (que le permita realizar sus actividades adoptando posturas saludables), como el ambiente (la falta de luz o el exceso de ruido impiden mantener una postura idónea),  como potenciar otros comportamientos de salud dirigidos a evitar la sobrecarga vertebral (como recoger la   mochila   escolar   y   transportarla   adoptando   y   manteniendo   una   postura adecuada).

Algunas de las acciones de dicho programa de intervención pueden ser:

- Incorporar actividad física, para contrarrestar la inactividad adoptada en la posición 
sentada del escolar
- Transporte diario solo de lo necesario en carrito, o en su defecto, en mochila con asas
que irán apoyadas sobre ambos hombros.
-  Evitar los  mobiliarios escolares estándares y educar la posición sentada.

Recomendaciones a seguir:
1.      No sentarse encima de las piernas.

2.      Los pies deben tocar el suelo cuando estamos sentados y las rodillas deben estar en ángulo recto con las caderas y estas con el tronco.


3.  En la mochila sólo lo necesario, prestando atención a su colocación.

Bibliografía
http://trabajatusalud.com

Santonja, F., Ferrer V. y Contreras. Exploración Clínica del Sindrome de isquisurales cortos en el ambito
escolar. Revista Selección 1995,4,2, 81-91.
Portero López, P.; Cirme Lima, R.; Mathieu, G. La intervención con adolescentes y jóvenes en la
prevención y promoción de la salud. Rev. Esp. Salud Pública 2002; 76 (5): 577-584.
Quintana Aparicio, E.; Martín Nogueras, A.M.; Alburquerque Sendín, F.; Fernández Calle, C.; Blanco
Pacheco,  A.;   Calvo  Arenillas,   J.I.   Relación   entre   la   postura   sedente   y   la   utilización   de   mobiliario
recomendado por la norma ISO 5970 en una población escolar. Cuestiones de Fisioterapia. Núm.26:
1-16. 2004.
Sainz De baranda Andujar, Pilar. Educación Física, salud y actividad extraescolar: programa para la mejora del raquis en el plano sagital y extensibilidad isquiosural en enseñanza primaria. 2002. Murcia.

Autora: 
Alba Chinchilla, fisioterapeuta del Área Educativa de San Vicente, APSA








lunes, 9 de mayo de 2016

RABIETAS vs CRISIS SENSORIAL


¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE UNA RABIETA Y UNA CRISIS O COLAPSO SENSORIAL?

Por lo general, durante una rabieta el niño sabe lo que está haciendo, tiene un objetivo (como por ejemplo, conseguir que le compren un juguete, quedarse más tiempo en el parque jugando…), y hay un componente manipulativo hacia sus padres. Está usando ese momento intencionadamente para conseguir lo que quiere. En este tipo  de situaciones los padres deben responder con cariño pero estableciendo y manteniendo unos límites claros con el fin de evitar dicho comportamiento manipulativo.

En una crisis sensorial, sin embargo, el niño no está controlando la situación, no es consciente, presenta ansiedad y no lo hace con ningún objetivo en particular. Cuando un padre identifica que su hijo es incapaz de controlar sus acciones no sirve de nada que se le castigue. Su respuesta ante esta situación debe ir encaminada a intentar reconducirlo de manera comprensiva hasta un estado de control y calma.

Aunque estos episodios nos desborden, como padres tenemos que pensar que son un signo y que el niño con esta actitud nos está intentando decir que nos necesita porque no tiene las habilidades necesarias para desenvolverse en esa situación.

Por esto es completamente necesario llegar hasta el final y entender por qué un niño está teniendo una rabieta o una crisis sensorial para abordarlo de la manera más eficaz posible.

Si crees que tu hijo puede haber sufrido una crisis sensorial es muy probable que tenga dificultad a la hora de procesar los estímulos que recibe del entorno en su día a día. En ese caso, podéis acudir al CDIAT de APSA para recibir información al respecto y conocer cuál es el mejor tratamiento que ayude a vuestro hijo en esas situaciones.



Bibliografía:

Autora
Laura García Reche
Terapeuta Ocupacional del CDIAT  de APSA, Alicante y Villajoyosa


jueves, 5 de mayo de 2016

VAMOS AL COLE!!!!!!


Cuando hablamos de la etapa escolar de un niño , se hace referencia a una etapa importantísima para el desarrollo psicológico, donde  pueden distinguirse tres ámbitos distintos, el desarrollo cognitivo, emocional y social, los cuales no pueden plantearse como entes separados, puesto que están fuertemente interconectados, recibiendo influencias mutuas y retroalimentándose con gran fuerza.

Todos estos aspectos están implicados y tienen un protagonismo evidente en el desarrollo y configuración de la inteligencia de las personas, cuyos pilares principales quedan asentados, al igual que ocurre con los aspectos más básicos de la personalidad de todo ser humano en la etapa infantil.

Involucrar a los niños y niñas en actividades educativas desde muy pequeños puede ayudarle a desarrollar de manera precoz competencias motoras, socio-afectivas, lingüísticas y cognitivas.

A nivel educativo, la colaboración entre los CDIAT (Centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana) y los centros escolares resulta imprescindible, para mejorar tanto las líneas de actuación  como para mejorar las capacidades de un niño.

Por eso desde el CDIAT de APSA, la coordinación escolar es un ámbito a destacar, realizando un seguimiento de todos nuestros usuarios en sus respectivos centros escolares, llevando coordinaciones con todo el equipo multidisciplinar (profesores, PT, logopeda, fisioterapeutas, psicopedagogo, psicólogo) que les atiende, damos soluciones a problemas de conducta (rabietas, conductas disruptivas…) y dificultades en el control de esfínteres, que se puedan dar en el aula, ofrecemos seguimientos académicos y de relaciones sociales de los usuarios, adaptaciones físicas (asientos, higiene postural, motricidad fina), si fueran necesarias, charlas formativas a equipos docentes, escuelas de padres y un largo etcétera…
Partimos de la base, que a los niños tenemos que apoyarles de forma multidireccional y conjunta desde todos sus ámbitos, para que su crecimiento psicológico sea el más adecuado.



Autoras: Beatriz Miró y Ainhoa Aguado
Responsables del
Departamento de Coordinación Escolar
del CDIAT de APSA, Alicante