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martes, 27 de noviembre de 2018

Gripe y Resfriado ¿Cómo diferenciarlas y prevenir su contagio? ¿Cómo nos puede ayudar la fisioterapia respiratoria en esta época del año?



Fiebre, tos, mocos,… Esto es lo que nos encontramos a diario en las sesiones de terapia, y es que con el frío, disminuye la capacidad defensiva de las vías respiratorias. Las condiciones de humedad y temperatura son las más propicias para la supervivencia de los virus causantes de los resfriados y las gripes, y pasamos más tiempo en espacios cerrados, lo que indirectamente favorece el contagio, sobre todo de los más pequeños y las más pequeñas de la casa.

Lo primero que vamos a tratar en el artículo de esta semana, son las principales diferencias que encontramos entre un resfriado (catarro común) y la gripe, ya que los primeros síntomas pueden parecer similares:

  • El resfriado es una infección vírica de las vías respiratorias altas causada normalmente por los virus Rhinovirus o Coronavirus, mientras que la gripe es una enfermedad respiratoria aguda causada por el virus “Influenza”.
  • Los síntomas de la gripe, son de rápida instauración mientras que los del resfriado lo hacen de forma más paulatina y suelen ser más fuertes en la gripe que en el resfriado.
  • La fiebre, está presente en un 80% de los casos de gripe (pudiendo ser superior a 38ºC y durar hasta tres días), mientras que no se presenta en el resfriado.
  • La congestión nasal y rinorrea (goteo nasal) es más frecuente en el resfriado que en la gripe y puede tener una duración de una semana.
  • El dolor de cabeza, escalofríos y dolor muscular, son más frecuentes en la gripe, mientras que en el resfriado es más normal el dolor/picor de garganta y la irritación ocular.




Ahora que conocemos mejor la causa de estas infecciones, su proceso de instauración y los principales síntomas, podemos hablar de la prevención, ya que el tratamiento es únicamente sintomático y la mejor opción para evitar sus inconvenientes es prevenirlos:

  • El primer método de prevención contra la gripe, y el más importante, es la vacunación. Existen dos tipos de vacuna, la trivalente y la tetravalente. La trivalente protege frente a virus de la Gripe A, y la tetravalente cubre frente a la Gripe A y la B. Para el resfriado común no existe una vacuna ya que las fuentes y los antígenos del virus varían enormemente.
  • La transmisión de ambas enfermedades se realiza sobre todo a través del contacto, por lo que otra medida de prevención es el lavado de manos, un hábito de salud indispensable que se debe inculcar desde la infancia, ya que las manos son el principal medio por el que muchas bacterias y virus llegan al organismo. La higiene tiene que ser constante, con agua y jabón. Hay que hacerlo cada vez que se llega de la calle, antes de manipular algún alimento. Se deben lavar despacio y frotando entre los dedos.
  • Debemos acostumbrar al niño y la niña, si la edad lo permite, a usar pañuelos de papel al toser y estornudar para evitar que el virus pase a través del aire a otras personas.
  • Evitar compartir los artículos del niño o de la niña, aquellos que más use los lavaremos con agua y jabón varias veces al día. Asimismo, evitaremos llevarnos a la boca las cosas que hayan utilizado las niñas y los niños, como la cuchara.
  • Se deben evitar los lugares cerrados con aglomeración de gente donde el ambiente esté cargado.

Como hemos mencionado anteriormente, el tratamiento de estas infecciones es sintomático, pero hay ciertas medidas paliativas que podemos tomar, si nuestro niño o niña se ha infectado con el virus de la gripe o del resfriado:
  • Dejar descansar al niño o la niña, puesto que el reposo, sobre todo si tiene fiebre, ayudará al cuerpo a combatir la infección.
  • Insistiremos en que se beba mucho líquido, agua, sopa, zumo... Los líquidos ayudan a fluidificar la mucosidad, y a reponer las sales minerales que se pierden a través del sudor.
  • Una buena forma de mejorar y aliviar los síntomas es llevar una correcta alimentación, ya que reactivará el sistema inmune. Si se tiene una carencia nutricional esencial, hará que el organismo funcione peor y se encuentre más débil. Los papás y las mamás les deben dar mucha fruta, verdura, pescado y carne para garantizar que el sistema inmune no descienda.
  • Una medida importante que siempre debemos recordar, es tomar correctamente el tratamiento recomendado por el médico o la médica, evitando la automedicación.
  • En la población infantil, se recomienda el lavado nasal con suero fisiológico quince minutos antes de las comidas y antes de ir a dormir, para que puedan descansar correctamente.


Por último, queremos informaros de la figura del fisioterapeuta especializado en Fisioterapia Respiratoria, que tanto puede ayudar en esta época del año, y en las posibles complicaciones derivadas de la gripe y el resfriado, como puede ser la temida bronquiolitis, de la que hablamos el curso pasado. El fisioterapeuta o la fisioterapeuta es una parte muy importante en el tratamiento sintomático de la gripe y el resfriado ya que puede, entre otras cosas:

  • Enseñarnos un correcto y efectivo lavado nasal para que nuestro hijo o nuestra hija respire bien por la nariz.
  • A través de técnicas de permeabilidad de la vía aérea, ayudarnos a eliminar las secreciones bronquiales que provocan dificultad respiratoria.
  • En niños y en niñas con mocos, que no respiran bien por la nariz, comer y dormir se convierte en una tortura. Por ello, tras una sesión de fisioterapia respiratoria, mejorará la función respiratoria y comerán y descansarán mejor, recuperándose antes.
  • Las sesiones de fisioterapia respiratoria disminuyen las dosis farmacológicas y los ingresos hospitalarios, al eliminar las secreciones bronquiales, ayudamos a que el fármaco que se administra llegue a su foco de acción y evitamos que se paute de forma reiterada.

 Ahora os toca a vosotros y a vosotras. ¿Sufrís los estragos de los mocos en vuestros hijos y vuestras hijas? ¿Adoptáis las medidas de prevención que os mencionamos? ¿Habíais oído hablar alguna vez de la fisioterapia respiratoria?

Autora:  Alba Chinchilla Molines.  Fisioterapeuta CDIAT Alicante y CRAE San Vicente.

Bibliografía:
  • Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Recomendaciones de vacunación frente a la gripe. Temporada 2018-2019.
  • Campaña de Vacunación 2018-2019. Ministerio de Sanidad Servicios sociales e Igualdad. Disponible: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/Vacunacion_Gripe.htm
  • Resfriado común. Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC). Disponible en: http://guiapractica.semfyc.info/PDFS/Unidad_02.pdf
  • Camps M, Calzado D, Galano Z, Perdomo J. Infecciones respiratorias agudas pediátricas. Un acercamiento a la bronquiolitis. Revista Informativa Científica. 2015; 90(2).
  • Tamayo Reus CM, Bastart Ortiz EA. Morbilidad por infecciones respiratorias agudas en pacientes menores de cinco años. Scielo. 2013 Diciembre; 17(12).
  • Ferreira Guerrero E, Baez Saldaña R, Trejo Valdivia B. Infecciones respiratorias agudas en niños y signos de alarma. Salud Pública de México / Redalyc.org. 2013 Enero; 55(2): p. 1-2.
  • Bayona Ovalles Y, Niederbacher Velasquez J. Infecciones respiratorias virales en pediatría: generalidades sobre fisiopatogenia, diagnóstico y algunos desenlaces clínicos. Scielo. 2015 Abril; 28(1).
  • Tamayo Reus M. Catarro común y "violencia terapéutica" en la población infantil. Scielo. 2015 febrero; 19(2): p. 3-13.


martes, 13 de noviembre de 2018

RESISTENCIA A ANTIBIÓTICOS, ES COSA NUESTRA!



Los antibióticos son fármacos capaces de eliminar bacterias o de parar su acción…y son eficaces! Sobre cómo empezó todo, fue Albert Flemming en 1928 cuando descubrió, por casualidad, que el hongo Penicillium liberaba una sustancia que funcionaba como antibiótico de la bacteria Staphylococcus aureus. A esta sustancia la llamó penicilina por el nombre de ese hongo. Después de probar este antibiótico en animales y humanos, y comprobar su eficacia en la eliminación de enfermedades graves, Flemming fue galardonado con un premio Nobel en 1945. Y fue a partir de entonces cuando el uso de antibióticos se generalizó y fue objetivo para las compañías farmacéuticas, que pudieron trabajar en la búsqueda de nuevas sustancias con el mismo efecto, pero frente a otros microorganismos.

De manera natural, nuestro sistema inmunitario dispone de una batería de células y moléculas preparadas para trabajar en la eliminación de la infección por múltiples patógenos. De hecho, hay pequeñas infecciones que pasan desapercibidas para nosotros, todo gracias a la eficacia de este sistema en su control.

Sin embargo, a pesar de la función tan importante del sistema inmune, y el gran avance en el control de enfermedades mortales que supuso la posible generación de antibióticos, nos enfrentamos a un problema muy importante en este nuevo siglo: las resistencias bacterianas a los antibióticos. ¿Qué supone la creación de nuevas resistencias por parte de las bacterias? Esto supone la pérdida de efecto del antibiótico para eliminar dichas bacterias, y por tanto la persistencia en el organismo de microorganismos patógenos frente a los que no tendremos herramientas de control.

En 2011, la Comisión Europea puso en conocimiento a los estados miembros sobre la necesidad de controlar el uso de antibióticos, por el peligro potencial que suponía su mal uso. En 2014 se puso en marcha en España el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) cuyo objetivo es reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencia a los antibióticos, y así, reducir el impacto de este problema sobre la salud de las personas y los animales, preservando de manera sostenible la eficacia de los antibióticos existentes. Se están llevando a cabo acciones de distinta índole a nivel nacional y también internacional para intentar concienciar sobre el problema que ya tenemos, y evitar que en un futuro nos encontremos desprovistos de antibióticos para muchas infecciones.

Y ante la sospecha de una infección, primero tenemos que asegurarnos de que el agente causante es una bacteria. Los antibióticos son ineficaces frente a las infecciones causadas por virus, por eso hay que consultar con el pediatra, tomar la temperatura del niño (fiebre más alta y empeorando con el tiempo suele ser bacteriana) y acudir a consulta evitando, por supuesto, la automedicación.

¿Qué tenemos que hacer cuando nuestro pediatra nos receta un antibiótico? Tenemos que tener en cuenta que la eficacia de los antibióticos es cosa de todos. Hemos de dar a nuestros hijos TODAS las dosis que nos indica el facultativo. No nos dejemos engañar por el bienestar de los primeros días tras las primeras tomas!!! Con esto evitaremos “advertir” a las bacterias del arma que estamos utilizando, y favorecer que ellas creen resistencias y se hagan así bacterias multirresistentes o como comúnmente se conocen…superbacterias.

Pero, según la Organización Mundial de la Salud y datos recientes resultado de la investigación científica, las tomas más cortas de antibiótico pueden ser igual de eficaces frente a algunas infecciones que las tomas más largas, se completan de forma más correcta y son más baratas.

Vamos a seguir los consejos de nuestros pediatras especialistas, a no fallar en las tomas de antibiótico, las justas e indicadas, y a dejar que trabaje nuestro sistema inmunitario con la ayuda de las fantásticas herramientas antibacterianas que tenemos disponibles.

Autora:
Dra. Esther Caparrós, profesora de Inmunología
Universidad Miguel Hernández, Alicante

Bibliografía
http://www.resistenciaantibioticos.es = web del Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos
http://www.who.int= web de la Organización Mundial de la Salud
Imagen tomada de www.gnpviviresincreible.com.mx