ESTRATEGIAS PARA EL MANEJO DEL TDAH EN CASA
Autora: Raquel Córdoba, Terapeuta CRAE Alicante
Tras la detección del problema es fundamental
un abordaje multidisciplinar. Por ello, resulta prioritario una buena
coordinación entre la familia y la escuela. La familia (padres y hermanos)
juega un papel primordial en la intervención con el niño. Por ello, os
proponemos una serie de estrategias que os pueden resultan útiles para el
control de la conducta del niño con TDAH.
- Claridad en la comunicación: hablarles con claridad, de forma
directa y mirándoles a los ojos. Las instrucciones deben ser cortas y
concretas, paso a paso y asegurar que la han comprendido.
- Reforzar
las conductas
positivas. Cuando el comportamiento es el adecuado, hay que indicarlo y felicitarle
por ello. Del mismo modo, debemos ignorar o no prestar atención aquél
comportamiento inadecuado y/o perturbador. Es decir, se debe utilizar la
recompensa más que el castigo.
- Facilitar
comentarios postitivos sobre su
conducta que puedan ayudarle a entender qué comportamientos son adecuados y
cuáles no. Ayudarle a pensar en voz alta sobre los acontecimientos de su vida,
sus emociones, sus planes.
- Establecer
unas normas claras con el niño y
procurar que sean consistentes, es decir, que sean siempre las mismas al igual
sus consecuencias.
- Exponer
claramente las consecuencias del mal comportamiento y ser pertinente y
coherente en su aplicación. Actuar de forma inmediata.
- Cuando
se incumpla una norma hay que recordarla y actuar en consecuencia, sin dejarse
influir por las protestas y sin perder
la calma.
- Ser
persistentes, ya que necesitamos cierto periodo de tiempo para poder
observar los primeros cambios.
Además
de estas conductas el niño con TDAH suele presentar grandes dificultades
a la hora de realizar las tareas académicas, por ello, os aconsejamos una serie
de indicaciones, tales como:
- Establecer
rutinas y organizarles el tiempo.
Los niños y jóvenes
con TDAH necesitan más estructuración y supervisión para poder organizarse y
manejar el tiempo. Sería conveniente disponer de un horario de trabajo que sea
bien visible por el niño y que le marque en todo momento lo que le toca
realizar.
-
Gestionarles
el tiempo de estudio: enseñarle
a establecer unas rutinas a la hora de los deberes, hacer descansos breves y
frecuentes, realizar lo más difícil al principio cuando la atención es mayor
-
Organización
del material: utilizar
un lugar de estudio que sea siempre el mismo y sin elementos que le puedan
distraer. Asegurarse de que prepara todo el material necesario para el día
siguiente. Puede utilizar una carpeta para guardar las tareas terminadas y así
no olvidar ninguna. Ayudarles a preparar la mochila haciendo de ello una rutina
y dando instrucciones claras. Puede ser práctico vaciar la mochila al llegar a
casa para ordenar el material y asegurarse de no olvidar nada dentro.
-
Refuerzo
de la realización de tareas: establecer plazos realistas para hacer los deberes y estudiar,
de acuerdo con su hijo, y acordar juntos las recompensas que conseguirá tras el
trabajo bien hecho: tiempo propio para ver la televisión o jugar, actividades
con la familia que le gusten, algún extra para el fin de semana… Valorar
positivamente sus esfuerzos y sus progresos, poniendo más interés en la
realización de sus trabajos que en los resultados obtenidos.
No debemos olvidar la importancia de un adecuado desarrollo
emocional del niño, cuidando los mensajes que se le hacen llegar y los
comentarios que puede escuchar. El niño
con TDAH por norma general suele tener una baja autoestima, por eso, los
comentarios negativos no hacen más que incidir de manera negativa sobre ella.
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