CUANDO ES HORA DE DORMIR SOLOS
Autora: Ainhoa Aguado García.
Varios
son los momentos claves que acompañan la crianza de nuestros hijos, algunos son
más llevaderos que otros, pero no dejan de ser una aventura. Disfrutar de ellos
va a depender de nosotros como papas y de nuestro hijo. Ahora os proponemos
analizar cómo y en qué momento podemos pasar a nuestro hijo a dormir en su propia
habitación.
Desde
antes de nacer, nuestro niño ya cuenta con su habitación en casa, una
habitación que ha sido motivo de alegría y emoción durante los meses que ha
tardado nuestro niño en llegar. Los elementos que en ella podemos poner pueden
ser muy variados, aunque los necesarios serán una cuna, su cambiador, y un
armario con su ropita. Además puede ya estar decorada con sus juguetes y
peluches, algún cuadro o póster infantil, e incluso podemos disponer de una
silla o sillón, tipo lactancia. Todo ello sin recargar mucho el ambiente.
Su
habitación debe dar serenidad y tranquilidad, debe ser un lugar donde el niño
se sienta cómodo y relajado, y nosotros como padres también.
Os
proponemos que desde el primer momento de su llegada a casa empecemos a
utilizarla con él. Podemos realizar allí el cambio de pañal, el cambio de ropa,
nos podemos sentar con él en el sillón, cuando empiece a estar más despierto, le
podemos ir enseñando sus juguetes, en definitiva podemos ir presentándole ya su
habitación.
Muchas
son las personas que prefieren desde la primera noche del niño en casa que
duerma él solo en su habitación y en su cuna, los hay también que prefieren
utilizar el colecho. Pero lo más habitual es disponer de una mini cuna o cuna
en la habitación de los papas, por la comodidad que esto conlleva a la hora de
realizar las tomas nocturnas, y la tranquilidad de tenerlo cerca.
Y,
¿hasta cuándo lo tenemos cerca de nosotros? ¿Cuándo es el mejor momento para
él? Sin duda, el mejor momento lo ponemos nosotros, al estar convencidos de que
ya ha llegado la hora de que el niño puede pasar la noche entera en su
habitación, ya que si nosotros tenemos alguna duda, al igual que en cualquier
otro cambio que tengamos que realizar con el niño, no lo podremos realizar de
forma satisfactoria, ya que le transmitiremos nuestros sentimientos de duda o
incluso miedo.
Entre
los 4 y los 6 meses se considera un buen momento para producir el cambio de
habitación, y esto es debido a que a esa edad, o incluso antes, los niños ya
han adoptado un patrón de sueño nocturno más parecido al nuestro, ya son capaces
de alargar las tomas y pueden dormir de 5 a 7 horas seguidas, sin que el hambre los
despierte, incluso nos podemos encontrar niños que a esas edades ya duerman más
de 8 horas seguidas. Por tanto, a partir de ese momento ya podemos trasladar al
niño a su cuna en su habitación.
Para
nuestra tranquilidad podemos utilizar una amplia variedad de elementos electrónicos
tipo, mini cámaras o escuchas, que nos ayudaran a controlar su sueño, sobretodo
los primeros días que pueden generar en nosotros algún sentimiento de ansiedad
de separación. Es una emoción totalmente natural que sentimos los papas, y más
si cabe las mamas, ya que sentimos al necesidad de estar continuamente
pendientes de nuestro bebe.
Con
este cambio solo debe cambiar el lugar de sueño, por tanto las rutinas previas
que hagamos con nuestro niño las debemos mantener, es decir, tal y como lo
acostamos en nuestra habitación, también lo haremos en la suya. Si lo dormimos
en brazos, si se duerme en el pecho, si lo dejamos despierto y relajado, si le
ponemos su chupete o le damos una mantita, etc. seguiremos con esas mismas acciones.
Muchos bebes a estas edades todavía realizan
una toma a mitad de la noche o ya de madrugada, en ese momento como es el
hambre quien los despierta, al realizar su toma y quedarse satisfechos, deberán
iniciar de nuevo el sueño sin inconveniente alguno, salvo problemas de gases o
cambio de pañal, que una vez solventado el bebe seguirá durmiendo. Al igual que
se ha hecho cuando estaba en nuestra habitación, es conveniente utilizar una
luz suave y evitar animar / activar al niño, durante su toma.
Ya
hemos dicho que es conveniente utilizar con el bebe su futura habitación, por
eso también será interesante, si ya tenemos en ella montada su cuna, que las
siestas que el bebe realice durante el día las pueda hacer allí, con el fin de
que se vaya familiarizando con este entorno. Recordar que para estas
siestecitas de mañana y medio día, no es conveniente dejar al niño totalmente a
oscuras, ya que esa opción corresponde a la noche. Al estar ya en su
habitación, cuando se despierte de estas siesta y tenga luz, seguro que se
queda tranquilito mirándolo todo y jugando, y nos daremos cuenta que se ha
despertado, si todavía no empieza a gruñir o llorar por hambre, porque le oímos
dar sus primeros grititos jugando o llamándonos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario