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martes, 8 de enero de 2019

LA IMPORTANCIA DE LA ROBÓTICA


Cuando intentamos hablar de robótica, lo primero que sugiere a los más mayores y que no están tan familiarizados con la tecnología son esas películas de ciencia ficción de la década de los 80 y 90 con todo ese amasijo de cables. Nos viene muchas veces a la cabeza el concepto de humanoide para representar a un robot pero estamos lejos de la verdadera definición.  Sin ir más lejos,  utilizamos robots a diario que nos facilitan la vida cotidiana y no somos conscientes de que realmente tenemos ante nosotros a un robot.

Por tanto, ¿qué es un robot? La definición que viene en los diccionarios describe en la práctica a un sistema electromecánico que es conducido por un programa o por un circuito eléctrico. Sin entrar en más detalle, con una definición tan simple como esta ya podemos directamente pensar que nuestro aparato ese que se mueve solo por casa y nos “limpia” en cierta medida, encaja perfectamente con la descripción de: robot. Más allá de este simple ejemplo, podemos pensar en muchos otros tipos dentro del propio hogar, en la industria textil, en el ámbito militar, en la creación y producción de materiales de cualquier fábrica y un sinfín de lugares y tareas en las que ya están automatizadas por robots.

Una vez despejada la duda de que es un robot, debemos centrarnos en otra gran parte que queda ahí un poco abstracta para muchas personas. ¿Qué es un programa? ¿Qué es programar? Llevándolo a un terreno simple, programar es dar una solución a un problema resoluble. Luego el nivel de complejidad del mismo puede variar en función de muchos aspectos o del mismo problema que queramos resolver.

Entonces si juntamos que un robot es un conjunto de piezas conducidas por un programa y un programa es una solución para un problema, tenemos a nuestro alcance un arma potentísima para la educación. Lo que hace la robótica educativa es la presentación de problemas reales para que los niños y niñas busquen soluciones en todos los niveles. Se trabaja tanto la parte mecánica como la parte de software y es por esto que pueden manipular todo y comprobar por sí mismos como de la nada consiguen la resolución del problema. 

El aprendizaje ocurre especialmente cuando las niñas y los niños están presentes en todo el proyecto. Cuando se les permite hacer y construir a partir de las ideas que tienen abstractas en su cabeza. Hacer conjeturas, probarlas y desechar las que no son útiles en este momento pero que tal vez en otro futuro proyecto sí que sirvan. Están creando, anexionando sus ideas y reorganizándolas en su propia mente. Resuelven un problema en la clase pero realmente están poniendo una sólida base de conocimientos que luego la podrán extrapolar en el resto de ámbitos de la vida. ¡Y todo esto mientras se divierten! ¿No es increíble el poder de la robótica educativa?


Además de esto, cuenta con muchísimos factores positivos que se van desarrollando a lo largo de las clases.

   Se fomenta la creatividad.
• Se promueve experimentar, donde equivocarse es parte del aprendizaje e incluso necesario para autodescubrir otras utilidades.
  Desarrollar habilidades mecánicas.
  Capacidad de observación y análisis.
  Desarrollo de habilidades sociales al trabajar en grupo.

Y es que la cantidad de conocimientos que están desarrollando sería abrumadora si no fuese porque lo están aprendiendo sin ni siquiera darse cuenta. Mientras están en un ambiente relajado y divertido están absorbiendo capacidades de;

  Física
  Lógica
  Matemáticas
  Programación
  Diseño
  Resolución de problemas
  Razonamiento estratégico

En definitiva, la robótica educativa les abre un mundo mucho más amplio que el mero hecho de ser usuarios y usuarias pasivos de la tecnología. Porque digámoslo claro, no podemos considerar a los y las menores de la casa como grandes conocedores de la tecnología solamente porque le demos una tablet o un smartphone y sepa como desbloquearlo y acceder a la fuente de diversión que ellos consideren, ya sea videos de YouTube o sus juegos favoritos. Prácticamente están chapoteando encima de un océano inmenso de conocimiento.

Y por supuesto, que desde aquí no queremos decir que la culpa sea del propio niño o niña por no saber bucear en ese océano a su suerte. Muchas veces se debe a que los propios adultos, adultas y los centros educativos no estamos preparados en el tema y que el mundo tecnológico avanza a una velocidad tal, que parece que es imposible adaptarse y llegar a entenderlo.  Por suerte y aunque todavía estamos empezando, la tecnología empieza ya a asomar como un pilar fundamental en los contenidos educativos.

En esta sociedad que ya considera a los niños y las niñas como nativos digitales por haber nacido rodeados de dispositivos, es importante que les enseñemos desde temprana edad la importancia del análisis y el razonamiento. Hacerles disfrutar de toda la tecnología que existe pero desde un punto analítico y constructivo. Que la robótica sea un punto de partida a desarrollarse mientras se divierten. Desmitificar a la programación y considerarla como una gran herramienta para el futuro.

Una cosa esta clara, la tecnología ha venido para quedarse y todos los informes aseguran que de manera definitiva. Se espera que las empresas tecnológicas generen millones de puestos de trabajo en un futuro no muy lejano y cuanto antes seamos capaces de acostumbrar desde la infancia a trabajar con tecnología y saber cómo utilizarla, mejor será para su futuro laboral. Independientemente de si luego guían su carrera profesional por una rama de la ingeniería o no, saber desarrollarse de forma efectiva con todo lo electrónico les podrá servir para poder seguir entendiendo las futuras generaciones tecnológicas.


Autor: Javier Marco
Profesor de robótica


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