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martes, 2 de octubre de 2018

¡STOP! ¿Qué podemos hacer ante una persona desconocida?




Muchas familias nos comentan sus preocupaciones, sus miedos, incertidumbres… y nos preguntan cómo hacer  o cómo actuar cuando surge alguna dificultad.

Una de estas dificultades es explicar a sus hijos y sus hijas a quién pueden abrazar o besar, a quién pueden contar determinadas cosas, o simplemente a quién pueden saludar y a quién no.

Nos explican que a menudo su hijo o su hija se acercan a personas desconocidas a saludarles con muestras de cariño (abrazos, besos, etc.), éstas suelen responder amablemente. Sin embargo, debemos FRENAR estas conductas: primero porque no es una conducta apropiada, y segundo porque debemos proteger a nuestros pequeños y a nuestras pequeñas, ya que desgraciadamente vivimos en una sociedad con ciertos peligros. Es difícil entender para un niño o una niña que a ciertas personas no les gusten estos gestos, que otras pueden hacerles mucho daño, o simplemente que debemos mantener distancias si o si con las personas que no conocemos. Del mismo modo, es difícil también poder explicárselo al resto de la familia, por eso desde APSA les ayudamos a gestionar y cómo afrontar estos momentos con las actividades que os reflejamos a continuación. 

Una de las estrategias que se utiliza es la actividad de los “círculos de confianza/de privacidad o de proximidad”. Esta estrategia visual fue desarrollada por T. Atwood en el 2002. Se creó para aprender a seleccionar temas conversacionales para personas con Síndrome de Asperger y se utilizó para asignar a cada grupo (círculo) temas de conversación adecuados, por ejemplo, a la familia se le puede contar un secreto, pero al cartero no.

Estos círculos se combinan con materiales específicos y se deben adaptar a cada persona. Así podemos ayudarle a saber qué decir o cómo comportarse. Como hemos dicho, se había creado para jóvenes con Síndrome de Asperger, pero como la mayoría de materiales, se puede utilizar con cualquier persona, con o sin necesidades específicas.


Como vemos en la imagen, se dibujan varios círculos concéntricos para explicar visualmente el concepto de proximidad afectiva. Al principio se explica qué ocurre en cada círculo, quién está en cada uno de ellos, qué se puede hacer/decir o cómo actuar con dicho grupo. El círculo central es el círculo del “YO”, el siguiente es el de la “FAMILIA”; este grupo social es el más íntimo, en el cual debe existir un grado de confianza muy alto. La persona debería sentirse libre de poder contarles cualquier cosa. El siguiente es el círculo de las “AMISTADES”, con los que podemos jugar, hablar de ciertas cosas, contar algunos secretos, etc. En el círculo de las “PERSONAS CONOCIDAS” más alejado del “YO”, pueden ser miembros de la escuela no considerados amistades u otros y otras menores del colegio, los miembros del barrio, etc. A esas personas podemos saludarlas, pero no contarles secretos, ni abrazarlas por ejemplo. El último círculo, el de los “PERSONAS DESCONOCIDAS” engloba todas aquellas personas a las que no conocemos, con las que no podemos hablar, a las que no podemos abrazar o besar, etc. Algunas veces podemos añadir más círculos, dividiendo algunos como por ejemplo “amistades íntimas” y “amistades”, en función del nivel de comprensión de la persona a la que le vayamos a explicar esos grados de confianza.


En cada círculo se colocan las fotos de los familiares, amistades, personas desconocidas… El nivel de comprensión del menor o de la menor debe ser lo suficientemente bueno como para poder diferenciar los grados de confianza según la proximidad al círculo “YO”, ya que son conceptos abstractos, al no tratarse de una proximidad física.

El libro “Mi mamá es verde y mi vecino naranja” de C. Floriano, F. Giles, I. Orjales y R. Toro (2008) es un buen recurso para explicar este concepto a partir de los seis años. Os dejamos el enlace por si es de vuestro interés: http://www.editorialcepe.es/titulo/mi-mama-es-verde-y-mi-vecino-naranja/


Como hemos comentado anteriormente, la metodología y los recursos utilizados dependen fundamentalmente de las capacidades de la persona en concreto, por lo que debemos adaptarnos y adaptar el material a esas capacidades para conseguir una buena comprensión y así llevar a la práctica los conocimientos adquiridos.  En ocasiones, hemos realizado un ajuste de este cuento, por ejemplo dejando solo dos colores: el verde para las personas conocidas (familia, amistades, etc.) y el rojo para las desconocidas.

                                                                                            Cdiat Villajoyosa

Ejemplo de la adaptación realizada del cuento “Mi mamá es verde y mi vecino naranja”

Si el nivel de comprensión es más bajo, éste cuento no es el recurso más conveniente, por lo que hemos planteado otra actividad más sencilla. Con la participación de los familiares, podemos añadir fotos de la familia y de algunas amistades del colegio, creando un material práctico y muy sencillo. La pequeña o el pequeño tienen que colocar en una de las dos columnas una determinada foto, según sea conocida o no. Siguiendo nuestras explicaciones y con la ayuda de los pictogramas de Arasaac deberá colocar cada foto en la columna correspondiente según lo que se pueda hacer/decir o no con las personas.


                                                                                            Cdiat Villajoyosa

Según el caso se adapta de una forma u otra, a algunas personas más visuales les ayudará tener un código de colores para hacer más evidente a las que “sí” puedo o “no” puedo.



                                                                                         Cdiat Villajoyosa

Para que ese aprendizaje sea funcional hay que seguir trabajando en el día a día: en la calle o en el parque, donde suele aparecer el problema. Para ello, podemos hacer tarjetas más pequeñas para que la familia pueda utilizar este recurso en el momento oportuno. Cuando se acerca a una persona desconocida, podemos enseñarle la tarjeta roja para que recuerde que no debe saludarle o besarle, es un recordatorio muy visual y sencillo que le ayudará a saber cómo comportarse.


Sabemos que cada persona es un mundo, por ello, es necesario conocerle y encontrar las mejores estrategias y recursos para personalizarlos y ayudarle a afrontar estas situaciones tan importantes de la vida.


BIBLIOGRAFÍA:

C. Floriano, F. Giles, I. Orjales y R. Toro (2008). Mi mamá es verde y mi vecino naranja. Madrid: CEPE.
ATWOOD, T. (2002). El síndrome de Asperger. Barcelona: Paidós.
MARTOS, J. et al. EQUIPO DELETREA (2006). Síndrome de Asperger: otra forma de aprender. Comunidad de Madrid.

Enlace de interés: http://www.arasaac.org/  (pictogramas Arasaac).

Autora: Aurélie Miramontes
Técnico atención temprana del CDIAT Villajoyosa

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