Con esta nueva entrada os
queremos proponer una forma alternativa para el aprendizaje. Desde hace algún
tiempo se están utilizando las denominadas “mesas de luz” tanto desde el ámbito
escolar como en el ámbito terapéutico. Su utilidad no se limita únicamente a
personas con necesidades educativas especiales, sino también a cualquier tipo
de población en edad escolar.
Las mesas de luz consisten en una
tabla iluminada que, combinada con diferentes materiales translúcidos, ofrece
multitud de posibilidades de aprendizaje para los niños y niñas. Por medio de
luces y sombras las mesas de luz otorgan un ambiente rico que favorece
situaciones de experimentación con los materiales, así resulta un aprendizaje
mucho más motivador y alternativo al
método tradicional, ya que los niños y niñas están aprendiendo de una forma
inconsciente.
¿Cuáles son los beneficios de las
mesas de luz?
Desde el ámbito escolar y
psicopedagógico podemos utilizarlas para actividades de observación y atención,
psicomotricidad fina, estimulación del lenguaje y refuerzo de contenidos
curriculares como la lectoescritura, lenguaje, matemáticas, música, y ciencias.
De hecho, estas mesas suelen considerarse un recurso estupendo para posibles
diagnósticos de Trastorno del Espectro Autista y Trastorno por Déficit de
Atención e Hiperactividad (TDAH).
1. Observación y atención.
Por medio del empleo de
contrastes de luces y sombras y con materiales translúcidos como las paletas de
colores, los discos magnéticos o bloques de silicona, podemos realizar actividades
de atención como buscar objetos, discriminar formas e incluso ejercicios de
asociación por colores y seriaciones lógicas de objetos, entre multitud de
opciones.
2. Estimulación de la comunicación, la expresión y el
lenguaje
Las mesas de luz suponen una
herramienta útil para favorecer el desarrollo de su lenguaje, ya que a través
del juego y experimentación pueden ir ampliando su vocabulario y capacidad
expresiva. Por ejemplo, mediante la superposición de láminas de personajes
desarrollan la invención de historias, lectura de cuentos, aprendizaje de
vocabulario básico, aprenden las emociones básicas contemplando expresiones
faciales en láminas transparentes,…
3. Aprendizaje académico.
Las mesas de luz son muy útiles
para el aprendizaje de contenidos curriculares en todos los niveles, siendo más
utilizados en las escuelas en edades tempranas. Se pueden emplear para la
enseñanza de las vocales y el alfabeto, diseñar actividades divertidas y
visuales de iniciación a la lectura, conceptos numéricos y cálculo, ciencias
naturales mediante la experimentación con objetos materiales como hojas,
radiografías…
Por ejemplo, con letras de
silicona se pueden realizar juegos de sonidos, formación de palabras, ordenar
alfabéticamente palabras... Al igual que las letras también podemos utilizar
números de silicona que sirven para reforzar el conteo numérico, discriminación
de dígitos, trazo de la grafía de los números e incluso el refuerzo de las
tablas de multiplicar en cursos más avanzados.
Otro material que podemos emplear
es la utilización de discos de colores translúcidos, con los que se pueden
hacer dibujos, escribir letras,…
Uso de
los discos de colores para formar palabras.
4. Psicomotricidad fina y estimulación táctil
Para el desarrollo de la
motricidad fina se pueden emplear materiales como los bloques de silicona o
también la arena kinética que, sobre la superficie de luz, da a lugar a la
potenciación de la conciencia táctil, la integración bilateral, el trazado de
letras y el juego simbólico, entre otras.
En definitiva, las
mesas de luz resultan una excelente fuente de información multisensorial donde
la vía visual y la experimentación destacan fundamentalmente.
Autora: Raquel Córdoba Abellán
Terapeuta del CRAE de APSA en
Alicante
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