Autora:
Pilar Estévez Casellas, Terapeuta de APSA.
Si queremos ayudar a nuestro hijo sobre la
elección de una actividad física, hay que tener en cuenta varios aspectos:
En primer lugar, las preferencias que tenga
nuestro hijo, hay que procurar que sean más o menos acordes a sus cualidades y
a su constitución corporal.
El deporte que se elija no debe implicar sufrimientos
ni sacrificios, además hay que evitar que considere que debe ser el primero
siempre, ya que lo importante es practicar el deporte, disfrutarlo, e ir
evolucionando.
No olvidar que el ejercicio físico se
realiza con el objetivo de favorecer el
desarrollo integral del adolescente. Si su preferencia es un deporte
especializado (por ejemplo, tenis), seria positivo añadir otras actividades que
compensen los desequilibrios que pueda ocasionarle, en muchas ocasiones, la
natación es un complemento ideal.
Hay que evitar cualquier deporte que pueda suponer un riesgo para el buen crecimiento
y desarrollo de los huesos. Además, hay que
acostumbrarse a realizar siempre un calentamiento inicial del cuerpo
antes de desarrollar la actividad, así como hacer estiramientos al final de
cada sesión.
Os clasificamos los deportes en función del
riesgo que poseen, decimos “riesgo” desde el punto de vista del crecimiento y
desarrollo del cuerpo, no refiriéndonos
a que hagan peligrar la integridad física de la persona.
Deportes sin riesgo: balonmano, baloncesto,
natación, patinaje, ciclismo,...
Deportes con poco riesgo: tenis, judo,
esgrima, danza clásica, esquí, equitación, squash...
Deportes con riesgo: salto de trampolín y
palanca, halterofilia, esquí náutico, rugby y similares.
Por otro lado, los deportes que con más
frecuencia interesan a los adolescentes son:
Atletismo: se realiza un ejercicio físico muy completo, aparte de
carrera, hay salto y los lanzamientos. Su inicio suele estar indicado a partir
de los 10 años de edad.
Balonmano
y baloncesto: resultan deportes muy entretenidos e idóneos para
adolescentes. Suele empezarse como un juego sobre los 7–8 años de edad, a
partir de los 12 años si se quiere adquirir mayor nivel se realiza un
entrenamiento más regular.
Tenis: como ya comentamos
si se practica este deporte es adecuado complementarlo con otro, ya que es un
deporte asimétrico, en el que se desarrolla mucho más la musculatura de una
mitad del cuerpo que la otra. A partir de los 12 años se puede realizar un
entrenamiento a nivel de competición entrenando cerca de una hora al día.
Fútbol: Es adecuado como
juego antes de los 12 años, a esa edad ya se pueden hacer competiciones infantiles, con una duración de
partido corta, acorde a su edad, un campo de dimensiones más pequeñas y un
balón especial. Cuando el niño cumpla 15 años podrá competir de una manera más
real.
Esquí: En edades tempranas,
deberá practicarse como un juego de
entretenimiento y diversión. Cuando el cuerpo se desarrolle
completamente podrá comenzarse un entrenamiento serio y de mayor regularidad.
Natación: tampoco debe
realizarse un entrenamiento intenso hasta que el niño no tenga el cuerpo
totalmente desarrollado.
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