En primer lugar debemos saber que tenemos que respetar unas reglas
básicas para fomentar la creatividad de manera adecuada y enriquecedora:
-Es fundamental asignar suficiente tiempo para dedicar al juego, no
hacerlo con prisas ni mirando el reloj.
-Debemos permitir un juego libre y espontáneo, estar dispuestos a que
conocemos el inicio del juego pero no el desenlace que depende de los intereses
y motivaciones de nuestro hijo.
-Ofrecer materiales variados sin esperar un resultado fijado, no buscamos que se haga o se llegue a algo concreto.
-Apoyaremos los esfuerzos de nuestro hijo y le haremos sentir bien con ellos.
-No debemos olvidar fijarnos en los intereses de nuestro hijo para que sea él el que nos dirija a nosotros en el proceso creativo.
-Ofrecer materiales variados sin esperar un resultado fijado, no buscamos que se haga o se llegue a algo concreto.
-Apoyaremos los esfuerzos de nuestro hijo y le haremos sentir bien con ellos.
-No debemos olvidar fijarnos en los intereses de nuestro hijo para que sea él el que nos dirija a nosotros en el proceso creativo.
En niños menores de un año ya podemos comenzar a fomentar su creatividad
con actividades muy sencillas y al alcance de todos. Te proponemos varias:
- Muéstrale
materiales que tengan diversos colores en su habitación o donde los pueda
ver.
- Colocados
delante de su cara emitiremos sonidos vocálicos; variando tono, volumen,
ritmo... para llamar así más su atención.
- Le cantaremos
y hablaremos a menudo (rimas, canciones…).
- Tocaremos
o le pondremos música.
- Llévalo
contigo a diferentes lugares para ofrecerle más diversidad de estímulos.
- Utilizaremos
sonajeros y objetos de distinta intensidad auditiva para jugar con él. Le
pondremos pulseras con cascabeles o algún objeto que produzca ruido en sus
manos o pies para animarle a moverlas.
- Fomentaremos
juegos de anticipación: le haremos cosquillas y caricias para provocarle
la risa, dejándole tiempo para que anticipe y responda a estos estímulos.
- Realizar
juegos de interacción, como por ejemplo “cucú- tras”, donde esconderemos
nuestra cara detrás de un pañuelo/nuestras manos y reapareceremos.
- Permítele
jugar con artículos caseros siempre con vigilancia y tomando las
precauciones necesarias.
- Ofrécele
materiales variados (diferentes texturas, formas,…) y anímale a explorarlos.
- Caja de juego: En una caja corta huecos de diferente tamaño y forma (cuadrados, redondos…) en los lados. Deben tener el tamaño correcto para que el niño inserte objetos en ellos. También, corta un hueco en la base de la caja que sea grande para que el niño introduzca sus manos y recuperar los objetos metidos. Decórala con papel de regalo o pintándola, y da diferentes objetos al niño para que los inserte en los agujeros. Estos objetos deben ser seguros y utilizarse con supervisión del adulto, pueden ser: juguetes de plástico, pelotas pequeñas, piezas viejas de rompecabezas, o inclusive pequeños animales de peluche. Interactúa con tu hijo mientras explora e inserta en los huecos, descríbele dónde van los objetos al ser metidos. Si no puede encajar un objeto, motívalo a probar en otro hueco hasta que lo consiga.
Autora:
Pilar Estévez Casellas, Terapeuta de Atención Temprana, APSA
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