ORIENTACIONES A LOS PADRES PARA DESARROLLAR
EL CONTROL DE ESFÍNTERES
Quitar el pañal a tu hijo es un proceso que debemos afrontar con naturalidad. El control de esfínteres supone el paso de un comportamiento reflejo automático a una conducta voluntaria y controlada por el niño, pero este cambio suele ser sencillo para la mayoría de los niños que suelen conseguirlo en solo unos días.
Es importante señalar que cualquier situación que produzca tensión o ansiedad puede interferir en el control de esfínteres, por lo que es importante llevarlo a cabo en una situación ambiental estable.
A. ALGUNOS REQUISITOS Y CONSIDERACIONES PREVIAS:
● Que el niño tenga una edad de 2 años o dé señales de continencia (le disguste estar manchado, le molesta el uso del pañal, señala o expresa que tiene ganas de orinar o defecar, permanece varias horas seco, las deposiciones diarias se reducen a dos como mucho).
● El niño se sienta solo y puede subirse y bajarse los pantalones.
● El niño/a debe tener previamente unos conocimientos. Es conveniente que, antes de decidir quitarle el pañal, el niño/a tenga algunas nociones básicas del esquema corporal (como arriba, abajo, delante, detrás) para poder seguir instrucciones, sea capaz de imitar y cumplir órdenes sencillas como subirse y bajarse el pantalón.
● El niño/a debe conocer las palabras clave. Para ello utilizar las palabras adecuadas: pis, orina, caca, heces, mojado, sucio, limpio, pañal, váter, orinal,…
● El niño/a debe entender lo que es la “caca” o el “pis” (en muchas familias se utilizan palabras o expresiones muy diferentes) y debe poder decirlas.
● Debe darse cuenta de las sensaciones que ocurren después de orinar o defecar: estar “mojado”, “sucio”,… Un poco más adelante, el niño será consciente de lo que se siente antes de: las “ganas” de orinar (contracciones de la vejiga) o de defecar (movimientos del intestino).
● Importancia de que el niño/a vea cómo hacen otras personas (niños o adultos). Además de ver a los padres y a los hermanos mayores se puede emplear libros de cuentos que traten sobre ello.
● Establecer una rutina. Llevarle al cuarto de baño cada cierto tiempo.
● Descubrir las señales y responder a ellas. El niño/a puede dar signos concretos no verbales de que quiere hacer pis o caca. Observa si el niño/a tiene algún movimiento especial antes de defecar (se pone rojo, se encoge,…) u orinar (se mueve, cruza las piernas, se lleva las manos al pubis,…). Cuando lo inicie, llámele la atención para que se dé cuenta de ello: “(nombre del niño/a), me parece que tienes ganas de hacer caca
ahora, ¿verdad?”.
● Proponle un primer intento: “¿Quieres sentarte un rato en el orinal a ver si sale tu caca?” Si el niño/a tiene éxito, celébrelo con una alabanza, una frase sencilla. Si no, dile que no pasa nada y que “otro día” o “la próxima vez” hará caca en el orinal como los niños/as mayores.
● Explicarle la conexión entre los pantalones secos y el hecho de utilizar el orinal. El niño/a debe saber que los pantalones secos significan una sensación agradable y que puede mantenerlos así utilizando el orinal.
● Incitación. Algunos niños/as necesitan que se les anime a ir al cuarto de baño a hacer pis o caca.
● No hacer sentir el proceso como una obligación. Podría sentirse frustrado por creer que están haciendo algo mal.
● Usar recompensas. Durante la fase de aprendizaje, elogia siempre los éxitos y quita importancia a los fracasos. Mostrarle que estamos encantados cuando usa el orinal o el WC debidamente puede ser una recompensa muy poderosa. Para algunos niños/as, los elogios serán lo más efectivo, para otros será el permitirles hacer alguna actividad favorita o darles una pegatina o algo agradable para comer.
● Poner al niño/a ropa fácil de quitar. Las primeras veces apenas podrá esperar a que le desabrochen los vaqueros y se sentirá frustrado si se le “escapa”. Es importante que el propio niño/a pueda ir al váter por su cuenta sin llamar a nadie. Por tanto, es mejor ponerle pantalones con elásticos (tipo chándal).
B. Qué podemos hacer los padres y madres para ayudar al niño/a:
- Tener muy claros los hábitos que queremos conseguir.
- Acompañar siempre a los niños/as en esta actividad y enseñarles cómo deben hacerlo.
- Hacerlo siempre en un ambiente relajado, tranquilo y comprensivo, sobre todo cuando ocurra algún “fallo” (entender que estamos empezando).
- Evitaremos en todo caso etiquetar a nuestros hijos con palabras como: “eres un meón…”; “tu hermana controló mucho antes…”; “estoy harta de lavar sábanas todos los días…” y evitaremos utilizar castigos para conseguir este objetivo. (Tener en cuenta que la angustia puede provocar más ganas de hacer pis).
- Recordar que cada niño/a tiene su propio ritmo. Lo mejor es confiar en el desarrollo del niño/a, estimularlo positivamente y enseñarle, no exigirle.
- Podemos anotar en papel las horas en las que el niño/a orina o hace caca durante la semana.
- En este caso, empezar el programa de entrenamiento QUITÁNDOLE EL PAÑAL y poniéndole en el orinal media hora antes de la que hemos anotado en periodos no superiores a dos horas. Si no hemos hecho este registro previo, poner a al niño/a cada hora.
- NO VOLVER A PONER EL PAÑAL aunque tengamos que estar cambiándole continuamente.
- Conseguir en el niño/a unos buenos hábitos de higiene personal, requiere por parte de los padres mantener la rutina, orden y horarios fijos, que permitan al niño automatizar el hábito que queremos conseguir y con ello una mayor autonomía; es decir, los padres debemos:
▪ SER PACIENTES Y PERSEVERANTES.
▪ IR PASO A PASO.
▪ TENER SENTIDO DEL HUMOR.
C. Qué ocurre con un niño/a con dificultades…
Además de todos los retos normales del control de esfínteres, los padres debéis tener en cuenta varias cuestiones:
1. Nuestros niños/as a menudo tienen problemas para aprender y utilizar el lenguaje. Pueden que no sean capaces de decirles a sus padres que necesitan ir al WC con palabras, por lo que éstos tienen que atender a otros signos para saberlo.
2. Pueden encontrar difícil el adaptarse de una situación a otra. Por ello, podría ocurrir que en casa vayan al baño muy a gusto, pero no querer ir en la guardería o en el colegio o viceversa.
3. En momentos de concentración o de diversión, no los interrumpen para ir al baño.
4. Pueden tener dificultades para adquirir parte del proceso: pueden adquirir hábitos de limpieza, o mantenerse secos, pero no ambas cosas a la vez.
D. NUNCA DEBEMOS:
• Tener prisa. Cada niño/a madura a su ritmo. Presionarle sólo conducirá a frustración y dificultades.
• Amenazarle, reñirle, gritarle, castigarle… cuando no logra controlar los esfínteres.
• Ridiculizarle en público, ante sus hermanos… compararlo con otros niños/as más “adelantados”.
• Ponerle dificultades involuntarias en forma de ropa difícil de manejar por el niño/a: olvidarse de vaqueros, pantalones con cremalleras, petos con tirantes, leotardos…
E. INICIO DEL CONTROL DIURNO:
- Anticiparle con un panel sencillo el día que ya no va a utilizar más el pañal.
- Comprar un adaptador para el váter y un taco en el suelo para que sus pies no queden colgando, así aumentará su sensación de seguridad.
- Si a pesar de hacer todo lo anterior, el niño/a sigue rechazando el sentarse, se comprará un orinal para empezar. Este permanecerá siempre en el baño y nunca irá trasladándose por las dependencias de la casa.
- Los días previos aprovecha el momento de cambiar el pañal sucio. Dejarlo caer en el orinal, estableciendo así una relación entre deposición y recipiente. Puede animársele a hacer prácticas. Bajarle los pantalones y colocarlo un corto tiempo en el orinal, incluso con el pañal abierto dentro del orinal. Como si fuese un juego. Nunca forzar a que se siente en él o mantenerlo contra su voluntad.
- Aprovechar el momento en el que los padres o su hermano/a mayor, primos/as,… estén efectuando el acto de defecar, para que se vea estimulado su deseo natural de imitación.
- Al principio, premiar cualquier intento con contacto físicos, besos o palabras cariñosas. Luego hacerlo solamente con los éxitos, pero seguir elogiando los buenos resultados obtenidos en los días sucesivos.
- Llegado el día, (preferentemente en primavera o verano) debemos quitar al niño el pañal durante todo el día (exceptuando en la siesta y durante la noche), a no ser que el pañal apareciera seco a lo largo de la semana.
- Poner al niño/a en el orinal o WC cada hora de 5 a 10 minutos los quince primeros días. Es importante hablar con él recordándole que va a hacer pis y que él lo diga.
- Cada vez que haga pis, reforzarle con algo que le guste.
- Si el niño/a controla, pasados unos quince días, comenzaremos a ponerlo cada dos y media.
- Reforzar de igual forma cada vez que haga pis.
- Después de otros quince días, si controla bien, pasar a ponerlo cada tres horas.
- A partir de este momento se le reforzará cada dos veces que haga pis en el orinal.
- A los quince días de controlar y pedir cuando tenga ganas de ir al WC, reforzar sólo al final del día.
- Retirar el refuerzo. Ya no lo necesita.
- Poner horarios fijos para acudir al baño: antes de ir al cole, antes y después de comer, antes de ir a la cama...
- Si se resistiese el control de la cada, sentarle en el váter justo después de las comidas, ya que en ese momento la necesidad de evacuar es más apremiante y es más probable que tenga éxito.
- Si se resistiese el control de la cada, sentarle en el váter justo después de las comidas, ya que en ese momento la necesidad de evacuar es más apremiante y es más probable que tenga éxito.
- No enfadarse, reñir ni castigar porque se produzcan fallos. Seguir animándole y elogiando los intentos. Es un proceso que en cada niño/a es diferente y requiere un tiempo individual.
F. CONTROL NOCTURNO:
a) Una vez conseguido el control durante el día e incluso si ha salido algún día seco, retiraremos el pañal de la noche ¡Definitivamente!
b) Recordar que es muy importante que los niños/as se acostumbren a hacer pis siempre antes de acostarse.
c) Es posible que los primeros días no aguante toda la noche seco. En ese caso, procuraremos despertarle a media noche, para que haga pis conscientemente en el WC. Si vemos que está mojado, la siguiente noche lo levantaremos antes.
d) Para ayudarle a controlar el pis durante más tiempo, es conveniente jugar durante el día a soltar y retener el pis varias veces cada vez que vaya a WC.
G. ¿QUÉ MÁS PODEMOS HACER…?:
● DARLE MÁS TIEMPO AL NIÑO, TENER PACIENCIA.
● Aplicar un Sistema de Puntos.
● Regalarle un reloj con alarma.
● En el caso de incontinencia nocturna, implicarle en el proceso de cambio de sábanas, pijama…
● Hablar con él. Es frecuente el miedo en los niños a levantarse por la noche e ir solos hasta el baño.
H. UNA VEZ LOGRADO EL CONTROL DEBEMOS INICIAR AL NIÑO/A EN EL USO ADECUADO DEL WC.
- Subir y bajar la tapa del váter antes y después de su uso.
- Cerrar la puerta del cuarto de baño cuando esté utilizando el váter y al salir del mismo.
- Orinar o defecar sin mojarse o mancharse.
- Cortar el papel higiénico, limpiarse bien y sin mancharse o mojarse la mano y tirar al WC el papel usado.
- Después de utilizar el WC tirar de la cadena y lavarse las manos.
I. ALGUNOS LIBROS DE CUENTOS QUE PODEMOS UTILIZAR:
Para incitar al niño/a en el control de esfínteres, una forma es leerle cuentos que traten sobre ello, explicándole lo que ocurre con los personajes:
- USA TU ORINAL!. Este libro consta de varios botones, que lanzan mensajes de aprobación para reforzar los avances del niño. Además, incluye un cuadro de premios, una guía orientativa para los padres y un montón de pegatinas. ¡Por fin se acabaron los pañales! (Ed. Macmillan).
- ¡MI ORINAL ES GENIAL!. Un set de los más completo para ayudar a tu hijo a despedirse del pañal: contiene una guía práctica para ti, un cuento para él, un diario para anotar sus progresos y un mural con imanes para premiarle por ellos. (Ed. Macmillan).
- ADIÓS, PAÑAL. Colección. Las historias de Álex. Es muy cómodo no tener que pensar dónde hacer pis, pero ya va siendo hora de que Álex deje el pañal. Un cuento con pequeñas dosis de humor, para fomentar la adquisición de este buen hábito en los pequeños. (Ed. Vox).
- MARINA YA NO QUIERE LLEVAR PAÑALES. A Marina le horrorizan los pañales y decide prescindir de ellos, pero de pronto se encuentra empapada... Una historia para quitar importancia a los escapes involuntarios y animar a los peques a seguir intentándolo. (Ed. Juventud).
- ¡YA NO LLEVO PAÑALES!. Cleta deja de usar pañal y Teo le enseña dónde tiene que hacer pis a partir de ahora. Ideal para fomentar no sólo este aprendizaje, sino también la buena relación entre los hermanos. (Ed. Timun Mas).
- CACANIMALES. En este cuento con sonidos y dibujos muy expresivos, todos los animales quieren enseñar al pollito a usar el orinal: el lobo, el elefante, la serpiente... Y no se darán por vencidos hasta que su amigo por fin lo consiga. (Ed. Combel).
- UN PIS… ¿Dónde va el conejo con tanta prisa?, ¿y los cerditos?. Una historia de lo más divertida para que los peques entiendan que con el pis no hay que despistarse. (Ed. Combel).
- NACHO YA NO USA ORINAL. Nacho acepta la propuesta de su madre de olvidarse del orinal e ir al váter como los mayores. Conseguirlo le ayuda a sentirse contentísimo y muy satisfecho de sí mismo. Un paso más en el aprendizaje del control de esfínteres. (Ed. Edelvives).
Autora: Susana Pérez
Directora del CDIAT de Villajoyosa de APSA
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