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martes, 23 de julio de 2019

¡¡FELIZ VERANO!!



Con la llegada del verano y las vacaciones despedimos nuestro blog con la aportación de nuestro gerente Carlos Giner. Damos las gracias tanto a él por sus palabras como a todas las personas que han colaborado este año con nosotras; compañeras, mamas y papas, personal de prácticas, amigos y amigas, etc.

Esperamos que este tiempo sea un momento de descanso y de reponer fuerzas, nosotras así lo haremos para regresar en septiembre con muchas más noticias y entregas de calidad.







Llegan las vacaciones y con ellas, finaliza otro curso en el Área Educativa de APSA.

Un curso que terminamos con la satisfacción de haber llevado a cabo importantes proyectos, pero también con la ilusión de haber presenciado infinidad de pequeños grandes avances que nos han hecho crecer. Han sido meses llenos de emociones, de trabajo duro y de obstáculos que hemos superado como la gran familia que somos. Durante este año, hemos sabido evolucionar, buscando la excelencia en el servicio como meta.

Y es que, en eso, somos expertos. Expertos en hacer real lo imposible, en lograr sonrisas, en ofrecer oportunidades y en seguir avanzando para mejorar la calidad de vida de nuestras familias que confían en nosotros su más preciado tesoro.


Me siento infinitamente orgulloso de formar parte del grandísimo equipo de profesionales que hacen posible esta hazaña cada día. Un equipo comprometido y verdaderamente inimaginable que ha logrado hacer del Área Educativa de APSA un magnífico referente.

Estoy seguro de que esto es solo el principio. El próximo curso está a la vuelta de la esquina, cargado de nuevos retos que afrontaremos con compromiso y pasión. Como lo hemos hecho siempre y como siempre será la seña de identidad del Área.

Que tengáis un verano absolutamente inimaginable! Gracias por hacer posible un sueño.


Carlos Giner
Gerente de APSA





martes, 9 de julio de 2019

¿¿DEBERES?? ¡SI¡ ¡NO¡


Hola mamás y papás,
Llegadas las deseadas, esperadas e ilusionantes vacaciones de verano también van de la mano con un cierre de curso y la satisfacción de haberlo realizado y terminado, pero también con la mirada puesta en el próximo curso sintiéndose mayores y con la incertidumbre de cómo será esa nueva etapa escolar.

El esperado verano está ahí… ya ha llegado… huele a diversión, risas, acostarse tarde, helados, amigos, familia… es una época del año que invita a disfrutar, a salir, a descubrir nuevos lugares, explorar y conocer nuevos amigos que recordaremos toda la vida… en fin crecer y enriquecerse de cada momento.

También con el verano y el final de las clases llegan esos deberes que quizá algún año se nos han hecho un poco cuesta arriba pero hay tiempo para todo y es bueno que se establezcan rutinas de una manera amena y que no sea pesado para los niños y niñas.

Es muy importante que tengan un espacio para la lectura y que sean ellos quienes por sí mismos busquen esos ratitos de disfrute con un libro que les guste, pueden ir a la biblioteca o simplemente intercambiárselos con amigos y entre ellos recomendarse libros o dar su opinión sobre ellos y así animarse a descubrir las historias que se esconden detrás de esos libros.

La escritura tampoco hay que dejarla de lado durante los meses de verano, recomiendo la escritura creativa, crear historias para luego poder contarlas, podemos echarles una mano haciéndoles preguntas como ¿cuándo ha ocurrido?, ¿quién estaba presente?, ¿qué les ocurre a los personajes?, ¿dónde transcurre la acción?. Y así se dejan llevar por su imaginación creando historias o por ejemplo realizando un pequeño diario semanal escribiendo lo que más y menos les ha gustado de la semana y qué harían para mejorarlo o para cambiarlo.
Siempre intentando que sea algo atractivo para ellos, fomentar el pensamiento creativo y hacer partícipes a mamás y papás así sienten que estáis junto y les acompañáis en sus actividades de cole.



Sin olvidar que estamos en vacaciones de verano, hay que salir, conocer, descubrir, disfrutar de cada momento y vivir experiencias inolvidables que les harán crecer. ¿Qué tal madrugar para ver amanecer? ¿Jugar a las cartas o al parchís toda la familia? ¿meternos en la cocina y hacer limonada? ¿Qué tal si observamos la puesta de Sol? ¿Nos disfrazamos y montamos una obra de teatro? ¿Y si acampamos en la montaña y vemos la luna y las estrellas?,...






















Fuente: www.pequeocio.com

Pero este gran debate se agudiza a lo largo de todo el curso escolar, y periódicamente surge este dilema tanto en el profesorado como en el núcleo familiar, siendo una polémica nada actual, ya que en los años 50, el Ministerio de Educación los llegó a prohibir.

Como parte de esta comunidad educativa, y habiendo recabado muchas opiniones desde todos los ámbitos, me pronunciaré únicamente desde mi experiencia diaria, por los resultados, impresiones y comentarios tanto de mis alumnos como de mis familias, desgranando los argumentos tanto a favor como en contra.
En muchos centros ésto es una constante, y como experiencia piloto de DEBERES NO, ha habido modificaciones a lo largo de su implantación, y por supuesto detractores desde el ámbito familiar. Familias que veían que “no hacían nada” durante la tarde, y familias que por los maratonianos horarios de extra escolares, agradecían ese tiempo dedicado al ocio y recreo. Dichas modificaciones también estudiadas y valoradas desde el propio profesorado, se centraron sobre todo para aquellos alumnos que necesitaban de una atención y tiempo especial, a los que al final sí que se les mandaba un pequeño trabajo extra para casa.


Pero sobre todo este debate debería tratarse primero con un gran cambio metodológico dentro del aula, en el que el propio profesorado tendría que reflexionar sobre la dicción dentro del aula, punto de partida de este debate, Ya que en nuestra labor está el que los conocimientos y conceptos sean adquiridos dentro del horario escolar, sin que tuvieran que dedicar más que a un simple repaso, adquiriendo un pequeño hábito diario, pero sin suponer una losa para cada estudiante, sin crearle ansiedad e  incidiendo en el clima familiar, ni como elementos de desigualdad e inequidad, entre las familias que pudieran o no ayudar.

Por todo esto creo que la consideración de deberes si o deberes no, tendría que plantearse muy detenidamente partiendo de las no tan nuevas metodologías, (cooperativo, la clase invertida, aprendizaje basado en proyectos, gamificación, aprendizaje basado en problemas, etc.) que ayudarían a que con simples tareas para casa, motivarían al alumnado a seguir aprendiendo por su cuenta, pero desde un punto más lúdico, y no simples mecanismos repetitivos, haciendo de ellos los propios constructores de sus aprendizajes, haciendo de esta máxima una realidad.

“Dímelo, y lo olvidaré.
 Muéstramelo y lo recordaré.
 Involúcrame y lo aprenderé.“


Autora: Una maestra de primaria.


Fuente: www.uber.com