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viernes, 25 de mayo de 2012

Problemas del lenguaje: el TEL


¿Qué es el TEL?

El Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) es el más común de los trastornos en el proceso de adquisición del lenguaje.
Se trata de la anormal adquisición, comprensión o expresión del lenguaje hablado. El problema puede implicar a todos, uno o algunos de los componentes fonológico, morfológico, semántico, sintáctico o pragmático del sistema lingüístico, no existiendo otros factores como posibles causas de ello (pérdida auditiva, daño cerebral, baja inteligencia, déficits motores, trastornos neurológicos, factores socioambientales o alteraciones del desarrollo afectivo (Leonard 1998)).
Aunque uno de los criterios para el diagnóstico del TEL es que el niño tenga una inteligencia normal, este criterio no siempre se cumple ya que el lenguaje cumple una función mediadora de la inteligencia.
Por ser un trastorno evolutivo, comienza por un retraso en la adquisición de las primeras palabras.



¿Cuáles son los signos de alarma?
  • A los 2 años sólo dice algunas palabras sueltas, no posee al menos 50 palabras inteligibles.
  • No realiza uniones de dos palabras, omitiendo o alterando elementos.
  • A veces parece que no presta atención, no escucha lo que se le dice y no obedece las órdenes.
  • No atiende a las narraciones orales o los cuentos.
  • Solamente comprende situaciones concretas y relacionadas con su entorno familiar.
  • Sus respuestas no corresponden con las preguntas que se le plantean.
  • Repite frases escuchadas previamente en la televisión, en el colegio...
  • Presenta dificultades en los aprendizajes escolares.
  • Lo más notable son los trastornos de articulación o fonológicos.


¿Cuándo intervenir?
La intervención se debe iniciar lo más tempranamente posible, coincidiendo con el periodo de adquisición del lenguaje en el niño; es decir, entre los 2 y los 4 años, por prevención y por la importancia del desarrollo del lenguaje en las destrezas escolares.
La no intervención o intervención tardía supondría un desfase muy grave en el posterior desarrollo del niño, repercutiendo en la relación con su familia, sus compañeros de colegio, adultos, en el aprendizaje de la lectura y escritura, en la adquisición de conceptos y provocando aislamiento social, mala conducta, agresividad, rabietas...
Cabe diferenciar los niños con TEL de los hablantes de inicio tardío, niños que presentan estos síntomas antes de los 2 años.
Todos lo niños con TEL son hablantes tardíos, pero no todos los hablantes tardíos presentaran TEL.


Autora: Rosa Esclapez, logopeda de APSA.

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